Ocho años después de su inauguración, los visitantes australianos, en la diversidad de sus componentes, se agolpan cada vez más para descubrir, contemplar e incluso maravillarse con la rica herencia del Islam, tomando conciencia, a través de las exposiciones, de las preciosas contribuciones de los musulmanes a la tierra del arbusto.
Un gran éxito que solo la irrupción del Covid, este intruso no deseado, ha logrado trastornar temporalmente...
Desde su oficina en Thornbury, Mustafa Fahour, presidente del Museo Islámico, se muestra decididamente optimista. Hasta la aparición repentina de un virus que juega con las fronteras, el museo islámico conoció récords de asistencia, incluso más allá de sus expectativas. Por tanto, con renovado entusiasmo acogió la propuesta de la Universidad de Trobe, viendo en ella el signo de un feliz augurio.
La junta directiva de esta universidad con múltiples campus, en el estado de Victoria, ha expresado en efecto su deseo de apoyar financieramente la gran exposición que, cada año, promueve las obras de artistas musulmanes.
En esta ocasión y en su calidad de patrocinador principal, Trobe University ha decidido otorgar un premio artístico por un valor de 15.000 dólares. “Estamos orgullosos de tener la oportunidad de fortalecer nuestra relación con esta reconocida universidad. Vemos a La Trobe como un verdadero cambio, tanto a través de sus autoridades, personal y estudiantes, como a través de su deseo demostrado de fomentar la cohesión social y la conciencia cultural para el beneficio de todos”, dijo Mustafa Fahour.
“Apoyar nuestra exhibición de arte más prestigiosa, que muestra el trabajo de artistas musulmanes australianos, es un testimonio de su compromiso. Sin duda, elevará el nivel de rigor artístico y contribuirá a hacer de este evento imperdible una exposición muy bien elaborada”, dijo el presidente del Museo Islámico de Australia.