Los pacientes musulmanes tendrán platos sin cerdo, y el resto de carnes ofrecidas habrán sido sacrificadas según ese rito, cuya dieta cuenta con el certificado del Instituto Halal.
En cuanto a la alimentación vegetariana, se ofrece a aquellos pacientes que no ingieren carne, pescado o derivados de estos productos en su alimentación habitual, pero sí lácteos y huevos, y está planteada para que sea equilibrada y completa.
Estas dos opciones pasan a formar parte del catálogo de dietas básicas y terapéuticas para pacientes que necesitan un tipo de nutrición específica para ayudar a su recuperación.