En la ciudad de Caen, al Noroeste de Francia, la islamofobia no deja espacio sin invadir. Sin ir más lejos, el jueves una estudiante secundaria musulmana, descubrió en el cesto de basura del aula, su hiyab y un ejemplar de su Sagrado Corán rotos y entre los desperdicios. La alumna no hizo la denuncia a la policía, pero la historia circuló en los medios.
La escuela secundaria John Rostand, hizo un comunicado al respecto. “Nuestra escuela formante el plurarismo religioso”, explicó el director Sebastien Duval Rocher. “Esto es una escalada peligrosa”.
Aún no identificaron al autor del hecho pero se sabe, que el responsable es alguien de la misma escuela. "Esto sucede dentro de un contexto nacional que busca atacar a las niñas con velo en las escuelas secundarias francesas”, criticó con dureza en un twitter la periodista y activista musulmana Siham Asbagh.
El director de la escuela prometió que, tras identificar al responsable, iba a ayudarlo a trabajar la tolerancia para evitar futuras agresiones.