No era su propia bandera verde con una estrella carmesí, ni la bandera de Argelia, Túnez o el Líbano, todas las cuales ondeaban en las gradas en un reflejo de la solidaridad panárabe que ha recorrido la primera Copa del Mundo en el Oriente Medio. En cambio, los marroquíes ondearon la bandera de Palestina, un eco explícito de apoyo a una causa que ha impregnado todo el torneo. En el partido del martes por la noche, los emblemas palestinos estaban por todas partes, sobre los hombros de la gente, en bufandas y camisetas.

Previamente, fuera del estadio, me encontré con Mona Allaoui, residente de Rabat, la capital marroquí, que vestía un kaffiyeh palestino sobre la camiseta de la selección marroquí. “No me importa la política”, dijo, refiriéndose a los acuerdos de normalización política, conocidos como los Acuerdos de Abraham, firmados entre los líderes de su nación e 'Israel' en 2020. “Apoyo a los palestinos porque soy un ser humano y ellos son nuestros hermanos y hermanas”.

En un torneo bombardeado desde todos los frentes por preocupaciones políticas, la causa de Palestina es una especie de leitmotiv… La bandera palestina ha sido omnipresente en los estadios de la Copa del Mundo, sin importar qué equipos jueguen. Se colocaron pancartas que pedían una “Palestina libre” en las gradas de al menos un partido, mientras que un manifestante en un partido que involucraba a Túnez invadió el campo ondeando una bandera palestina. Durante los juegos, los fanáticos de las naciones árabes han cantado por los derechos de los palestinos y contra los recientes asesinatos de palestinos por parte de las fuerzas 'israelíes'. Lo hicieron de nuevo el martes.

Las interacciones entre los periodistas 'israelíes', invitados a Qatar para la Copa del Mundo a pesar de la ausencia de relaciones formales entre ambas partes, y varios fanáticos con los que se encontraron en Doha, Qatar, subrayaron la prevalencia del problema. Los videos que proliferaron en las redes sociales mostraban a reporteros 'israelíes' desconcertados o sobresaltados siendo reprendidos por los transeúntes. En un encuentro con hinchas marroquíes que se alejaban gritando “Palestina”, Raz Shechnik de Yediot Aharonot de 'Israel' les suplicó: “¡Pero ustedes firmaron la 'paz'!”.

Los Acuerdos de Abraham, forjados por la administración Trump, allanaron el camino para la normalización de los lazos entre 'Israel' y cuatro estados árabes: las tres monarquías de los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Marruecos, así como Sudán. Fue aclamado como un gran avance regional y una marca de un orden político cambiante en el Medio Oriente, con ciertas potencias árabes perdiendo interés en la lucha arraigada por el despojo palestino y más animadas por otras prioridades. Esta semana, el presidente 'israelí', Isaac Herzog, visitó a la realeza de Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos en lo que se anunció como 'visitas históricas'.

La Copa del Mundo, sin embargo, ha demostrado cuán pequeña es la visión de esa supuesta 'paz'. En los últimos meses, se ha hablado mucho en Washington sobre cómo los funcionarios y ejecutivos de negocios 'israelíes' se han convertido en algo común en Abu Dhabi y Dubai e incluso en Riyadh [los saudíes aún tienen que normalizar las relaciones con 'Israel', aunque hay una profundidad de conexiones]. Pero lo que a menudo no se dice en la conversación entre Estados Unidos e Israel sobre estos acuerdos de normalización es hasta qué punto solo reflejan intereses de élite de alto nivel en la región.

Los 'israelíes' en Qatar se enfrentaron a esa realidad. “Hay muchos intentos de mucha gente aquí, de todo el mundo árabe, de salir en contra de nosotros porque representamos la normalización”, dijo Ohad Hemo, reportero del Canal 12 de 'Israel', a su red. “El deseo de los 'israelíes' se hizo realidad, firmamos acuerdos de 'paz' con cuatro estados árabes, pero también está la gente, y a muchos de ellos no les gusta nuestra presencia aquí”.

Algunos comentaristas 'israelíes' vieron la reacción violenta como evidencia del sentimiento anti-israelí perdurable en la región. “Esto no es un golpe a los Acuerdos de Abraham, ni siquiera a la 'paz' con Jordania y Egipto”, escribió Lahav Harkov del Jerusalem Post. “Todos son significativos y todos trajeron resultados positivos para 'Israel' y para esos países. Pero también es una llamada de atención sobre las limitaciones de esos acuerdos”.

Encuestas recientes muestran que abrumadoras mayorías de ciudadanos comunes en muchos países árabes, incluidos aquellos que participaron en los Acuerdos de Abraham, desaprueban la formalización de vínculos con 'Israel'. “Claramente, en el mundo árabe no hay mucho amor por 'Israel'”, escribió Giorgio Cafiero, director ejecutivo de Gulf State Analytics, una consultora de riesgos con sede en Washington que se enfoca en la región. “Las décadas de humillación, resentimiento e ira que muchos árabes sienten hacia 'Israel' no pueden desaparecer simplemente con la firma de tales acuerdos de normalización”.

Todavía es clave para millones de personas en el mundo árabe, aparte de sus gobiernos, la condición política de los palestinos, millones de los cuales viven vidas circunscritas por los intereses de seguridad de 'Israel', privados de los mismos derechos otorgados a los 'israelíes' que los rodean. Durante años, la mayoría de los gobiernos árabes condicionaron la normalización con 'Israel' al advenimiento de un estado palestino separado. Pero el proceso para crear ese estado se ha derrumbado efectivamente, mientras que el nuevo gobierno de extrema derecha de 'Israel' contiene numerosos políticos que se oponen a cualquier escenario en el que el estado palestino pueda ser viable.

“Los árabes comunes están en contra de esta ocupación y la ven como inhumana e inaceptable”, dijo Mahjoob Zweiri, profesor de historia y política contemporánea en la Universidad de Qatar.

Zweiri dijo que el tenor político del torneo en Qatar ha ofrecido un mensaje claro no solo a Estados Unidos e 'Israel', sino también a los gobiernos árabes que también parecen tener la intención de ocultar las prioridades políticas de los palestinos. La presencia de banderas palestinas en los estadios “no fue organizada por los estados, sino algo genuino dentro de las propias personas”, dijo. “La Copa del Mundo se trata de gente común, se trata de gente de clase media. No se trata de la élite”.

“Pueden hablar de normalización unos 100 años, pero no pueden imponerla”, dijo Zweiri.

Esa es una opinión reconocida por algunos en 'Israel'. “Después de que se firmaran los Acuerdos de Abraham con varios países árabes en 2020, los expertos de derecha afirmaron que el destino de los palestinos ya no interesa a otros árabes”, escribió Uzi Baram en el periódico 'israelí' de tendencia izquierdista Haaretz. “No se molestaron en leer el artículo del acuerdo que establece que su cumplimiento requiere el establecimiento de un estado palestino. En cuanto a la simbiosis entre los palestinos y otras naciones árabes, no parece que se necesiten más pruebas después de la Copa del Mundo en Qatar”.

Aladdin Awwad, de 42 años, especialista en ciberseguridad palestino que trabaja en Doha, estuvo en la victoria de Marruecos sobre España. Su hermano había colgado una bandera palestina sobre la camiseta de Marruecos que llevaba puesta.

“Es genial ver a todas estas nacionalidades árabes apoyar nuestra causa y mostrarle a Occidente que Palestina no morirá”, me dijo Awwad. “No estamos aquí para crear problemas. No estamos en contra de la paz. Pero existimos y estamos aquí”.

Fuente: Al Ahed