Ayub se encuentra entre los mensajeros de Dios, era descendiente del profeta Abraham. Su madre era descendiente del profeta Lut. Se ha dicho que su esposa era hija de José o hija de Jacob.
Ayub vivía en el Levante. Llamó a los Bani Isra'il a Dios durante 17 años, pero ninguno lo siguió excepto tres.
Dios le dio muchas bendiciones a Ayub y siempre estuvo agradecido. Esto hizo que el fuego de los celos se encendiera en el corazón de Satanás y le pidió a Dios que le permitiera controlar la fortuna de Ayub. Dios lo permitió y poco después Ayub perdió todo lo que tenía. Entonces Satanás sopló aliento venenoso en sus fosas nasales. Como resultado, Ayub contrajo una enfermedad grave que le causó heridas de lepra en todo el cuerpo.
Pero a pesar de todo esto, Ayub siempre se mantuvo agradecido y fiel a Dios.Después de pasar todas las difíciles pruebas divinas, Dios envió un Ángel que golpeó el suelo y de él brotó un manantial de agua. Ayub se bañó en este manantial e inmediatamente se curó de todas las enfermedades y dolencias.
Algunos se han referido al versículo 41 de Surah Sad,¡Y recuerda a nuestro siervo Job! Cuando invocó a su Señor. «El Demonio me ha infligido una pena y un castigo». (41), lo que plantea dudas sobre la pureza y la profecía de Ayub, afirmando que estaba bajo la influencia de Satán. Sin embargo, los eruditos han respondido esta pregunta, señalando que Satanás solo tenía control sobre el cuerpo, la riqueza y las posesiones de Ayub, no sobre su alma y Nafs.
El nombre de Ayub se menciona cuatro veces en el Corán (en Suras Al-Ana'am, An-Nisa, Al-Anbiya y Sad). En estas Suras se hacía referencia a los antepasados de Ayub, a su profecía, a Dios que acepta sus oraciones y lo libera de enfermedades y penalidades después de pasar pruebas divinas.
En el Antiguo Testamento, uno de los 39 libros trata sobre Ayub y su historia es como la que se menciona en el Corán. La única diferencia es que, a diferencia de lo que dice el Corán sobre la paciencia y la fortaleza de Ayub, en el Antiguo Testamento se dice que es impaciente.
Se dice que Ayub vivió 200 años, incluidos siete o dieciocho años de enfermedad. Fue sepultado junto a la fuente de agua donde había sido sanado. No hay evidencia sobre dónde está su tumba, aunque hay referencias a áreas en diferentes países como Irak, Líbano, Palestina y Omán.