UNCSW es un organismo de primer nivel de las Naciones Unidas dedicado a la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.

La medida, motivada políticamente, se produjo en medio de disturbios mortales respaldados por extranjeros en Irán que duraron meses y desencadenados por la muerte de una joven, Mahsa Amini, bajo custodia policial a mediados de septiembre.

Los disturbios violentos han dejado más de 200 muertos, incluidos 50 funcionarios de seguridad, según las autoridades, con turbas violentas alborotando todo el país.

A pesar de todas las pruebas que apuntan a la muerte natural de Amini bajo custodia policial sin nada que respalde las afirmaciones de los principales medios occidentales de que fue golpeada, EE.UU. y sus aliados utilizaron esta narrativa sumamente distorsionada para presentar la resolución contra Irán en la ONU.

Un total de 29 estados miembros votaron a favor de la resolución, siendo uno de ellos una entidad ilegítima que fácilmente puede describirse como el chiste del siglo: El régimen terrorista de Israel.

El historial de derechos de las mujeres del régimen israelí es quizás el más oscuro en la historia moderna, solo superado por Estados Unidos, sin embargo, este régimen de apartheid continúa sentado en el organismo de derechos de las mujeres de la ONU y tiene la audacia de votar en contra de la República Islámica de Irán.

La absurda medida respaldada por Estados Unidos para expulsar a Irán del organismo de la ONU se produjo solo siete meses después de que un soldado del régimen israelí matara a sangre fría a la veterana periodista palestina Shireen Abu Akleh mientras cubría una redada militar en la ciudad de Yenín, en la Cisjordania ocupada.

Asesinar a mujeres periodistas y activistas no es nada nuevo para el estado sionista asesino, y casi siempre se las arregla para salirse con la suya, por supuesto con la bendición de Estados Unidos.

Las fuerzas de ocupación israelíes atacan rutinariamente a mujeres y niñas palestinas inocentes con total impunidad. Solo dos días antes de la resolución de la UNCSW, una niña palestina de 16 años, Yana Maydi Zakarneh, fue brutalmente asesinada cuando estaba parada en el techo de su casa.

Al menos 17 mujeres jóvenes han sido asesinadas por las fuerzas de ocupación israelíes solo en 2022.

Desde 1967, el régimen ha arrestado a 16 000 mujeres palestinas. Actualmente, hay 33 mujeres palestinas recluidas en prisiones israelíes en condiciones horribles e inhumanas.

Los grupos de derechos humanos han advertido repetidamente sobre el trato inhumano y torturante que reciben estas prisioneras, que va desde el abuso sexual hasta el aislamiento y la reclusión en régimen de aislamiento.

Las prisiones del régimen son conocidas por la mala ventilación, las condiciones antihigiénicas y el agua contaminada que hacen que la terrible experiencia sea más insoportable.

Las autoridades israelíes niegan regularmente a los presos atención médica adecuada. En julio, La mujer palestina Saadia Farajallah, de 68 años, murió en la prisión israelí de Damon debido a negligencia médica seis meses después de su arresto.

Israa Jaabis es otra mujer palestina detenida en una prisión del régimen israelí por acusaciones infundadas. Necesita ocho cirugías de emergencia y no puede respirar por la nariz debido a sus heridas.

Las autoridades israelíes han negado el tratamiento médico adecuado a Israa desde su arresto en 2015.

Hay muchas otras prisioneras, además de Saadia e Israa, que actualmente languidecen en las prisiones israelíes sin juicio legal y necesitan atención médica urgente.

El colmo de la crueldad del régimen es que el tratamiento se pone a disposición de los internos el día de la ansiada visita familiar, lo que obliga al paciente a preferir la visita al tratamiento.

El régimen israelí ni siquiera salva a las mujeres embarazadas de la tortura física y psicológica. Han estado entre las peores víctimas de la guerra israelí contra los palestinos.

Las mujeres embarazadas, que necesitan atención adicional, son atacadas y arrestadas por las fuerzas del régimen israelí en sus hogares o puestos de control, independientemente de su estado de salud.

En la mayoría de los casos, dan a luz en condiciones penitenciarias duras e inmensamente traumáticas sin que ningún miembro de la familia esté de su lado.

La lista de atrocidades israelíes contra las mujeres palestinas es interminable. Desde el mismo comienzo del nacimiento ilegítimo del régimen, ha abusado y asesinado a mujeres palestinas, demolido sus casas y sometido a sus seres queridos a torturas y salvajismo sistemáticos.

A pesar de eso, las Naciones Unidas y la comunidad internacional han fallado miserablemente en detener la agresión del régimen contra el pueblo de Palestina, especialmente las mujeres vulnerables.

Ha habido innumerables resoluciones de la ONU que condenan el régimen del apartheid, pero ha seguido aterrorizando al pueblo palestino con el respaldo abierto y encubierto de los regímenes occidentales, burlándose del organismo mundial y su mandato.

Para empeorar las cosas, Estados Unidos siempre ha usado su poder de veto para bloquear las resoluciones de la ONU contra Israel, respaldando al régimen terrorista y sus horrendos crímenes.

En los últimos 50 años, alrededor de 50 resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas contra Israel fueron vetadas por EE.UU., lo que da testimonio de la descripción del Imam Jomeini [el fundador de la República Islámica de Irán] del poder de veto como algo peor que “la ley de la selva”.

Esto revela la naturaleza política absurda de estas organizaciones internacionales, que son meros peones en manos de poderes globales arrogantes como EE.UU. para intimidar a los países que se niegan a doblegarse.

Los derechos humanos no son importantes para estos poderes y organizaciones como la ONU se utilizan como herramientas para atacar a países que han elegido la independencia en lugar de las cadenas del imperialismo.

Fuente: Hispantv