El preso palestino, Ahmad Abu Ali, de 48 años, de la ciudad de Yatta, cerca de Al-Khalil, fue martirizado en la madrugada de hoy, en el Hospital “Soroka”, como consecuencia de una negligencia médica.
El Club de Prisioneros Palestinos dijo en un comunicado que el prisionero Abu Ali, padre de nueve hijos, detenido desde 2012, fue sentenciado a 12 años de prisión. Solo le quedaban dos años antes de su liberación. A lo largo de sus años de encarcelamiento, padeció varias enfermedades, problemas cardíacos crónicos y diabetes.
Según el Club de Prisioneros, la administración penitenciaria de ocupación retrasó deliberadamente brindarle el tratamiento necesario, realizar exámenes médicos y hacer un seguimiento de su estado de salud, lo que lo llevó a su martirio hoy.
El Club responsabilizó plenamente a las autoridades de ocupación israelíes por su martirio y por todos los prisioneros enfermos y heridos dentro de las prisiones de ocupación israelíes, y dijo que lo que sucedió con Abu Ali es otro crimen que se suma a una larga lista de crímenes que esperan ser cometidos por la ocupación con herramientas sistemáticas.
El delito de negligencia médica es el más destacado y peligroso de estas herramientas, y fue la principal razón detrás de la muerte de muchos presos durante los últimos años, agregó el Club.
Con el martirio del preso Ahmad Abu Ali, el número de mártires del Movimiento Cautivo asciende a 235 desde 1967, 75 de los cuales fueron asesinados por negligencia médica deliberada, sabiendo que decenas de ex presos fueron martirizados a consecuencia de las enfermedades que les infligieron con mientras estaba en prisión.
Cabe señalar que el número de presos enfermos en las prisiones de la ocupación israelí ha llegado a más de 600 , y se han diagnosticado sus condiciones de salud, incluidos 24 que padecen cáncer y tumores de diversos grados.
Los palestinos están constantemente sujetos a la agresión y la crueldad israelíes detrás de los muros de las prisiones de la ocupación israelí. Se informa que algunos reclusos liberados con problemas médicos no atendidos mueren poco después de su liberación como resultado de negligencia y abuso, mientras que otros se informan muertos dentro de la prisión.
Las políticas brutales para debilitar tanto la voluntad como el cuerpo son un terrible dualismo utilizado en el contexto de un sistema político y legal israelí que legitima la tortura y la presión psicológica sobre los prisioneros palestinos.
Uno de los casos más famosos se informó en diciembre pasado después de que un prisionero palestino diagnosticado con cáncer fuera descuidado médicamente, lo que resultó en su muerte.
Nasser Abu Hmeid había sido martirizado en el hospital "Assaf Harofeh" debido a la política deliberada de homicidios médicos seguida por el servicio penitenciario israelí.
El detenido enfermo había sufrido durante mucho tiempo antes de que su vida fuera reclamada por negligencia.
Los presos son sometidos a crueles y sistemáticas torturas físicas y psicológicas, que dañan y debilitan sus cuerpos. Estos métodos incluyen la negación del acceso a la atención médica adecuada, la demora en el tratamiento de los presos enfermos y heridos, la opresión, la humillación y la tortura, seguidas de duros interrogatorios.
Mientras tanto, las administraciones de las prisiones de la ocupación israelí continúan posponiendo el traslado de pacientes incurables a los hospitales, y si son transportados, será con las manos y los pies encadenados, sin mencionar el trato severo y cruel al que están expuestos.
Según la Comisión de Asuntos de Detenidos y Ex Detenidos, los detenidos enfermos o heridos son trasladados en automóviles sucios y cerrados en lugar de ambulancias desinfectadas.
Numerosas variables conducen a la política de descuido médico deliberado , incluido el retraso del tratamiento y la comisión de delitos médicos. Un factor incluye la abstención de mantener la higiene en las cárceles, que es vital para el bienestar de los pacientes enfermos. Otro factor es el hacinamiento de las celdas y la falta de instalaciones de aislamiento para pacientes con enfermedades infecciosas, como infecciones virales intestinales agudas y contagiosas y sarna, que ponen en peligro la salud de los compañeros de prisión.
Agregando sal a las lesiones, los suministros médicos auxiliares para reclusos con necesidades específicas, como prótesis para amputados, anteojos médicos y dispositivos de respiración y nebulizadores para pacientes con asma, bronquitis crónica y otros trastornos pulmonares, no están disponibles en las prisiones israelíes .
Fuente: Al Mayadeen