El secretario general del CCG, Jassim Muhammed al-Budaiwi, dijo en un comunicado que las incesantes incursiones de las fuerzas israelíes en la mezquita de al-Aqsa constituyen un acto de profanación y agresión contra la primera qibla de los musulmanes y el tercer lugar más sagrado del islam.
Advirtió contra las continuas profanaciones y ataques a los lugares sagrados en los territorios palestinos ocupados, responsabilizando al régimen de Tel Aviv por las peligrosas repercusiones de la escalada del statu quo y sembrando las semillas de la sedición y el odio.
Budaiwi también reiteró el firme apoyo de los países del CCG a la causa palestina y los lugares sagrados en las tierras ocupadas, la plena soberanía de los palestinos sobre todos los territorios ocupados desde 1967 y el establecimiento de un estado palestino independiente con East al-Quds como su capital.
El secretario general del CCG finalmente pidió a la comunidad internacional que adopte medidas prácticas destinadas a proteger a los civiles palestinos y hacer frente a los intentos de alterar el estatus legal y demográfico de al-Quds.
Además, el ministro de Relaciones Exteriores de Qatar, el jeque Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, denunció los intentos del régimen israelí de cambiar el estatus histórico y legal de la mezquita de al-Aqsa, imponiendo restricciones y agresiones a los fieles palestinos.
Criticó los intentos de los funcionarios israelíes de normalizar las incursiones y hacer cumplir la separación temporal y espacial de la mezquita como inaceptables.
Luego, Al Thani instó a la comunidad internacional a asumir sus responsabilidades para proteger los derechos del pueblo palestino.
Las fuerzas israelíes fuertemente armadas irrumpieron en el complejo de la mezquita de al-Aqsa el martes por la noche antes de disparar gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento en la sala de oración de Qibli, donde cientos de hombres, mujeres, ancianos y niños pasaban la noche rezando. Algunos testigos presenciales dijeron que también se dispararon balas de acero recubiertas de goma.
Las fuerzas israelíes han herido y detenido a cientos de palestinos durante los ataques que han aumentado desde el comienzo del mes de ayuno del Ramadán. Mientras tanto, los colonos israelíes ilegales han estado violando libremente el recinto bajo la protección de las fuerzas militares y policiales israelíes.
Los movimientos de resistencia palestinos en la cercana Franja de Gaza han estado advirtiendo al régimen que tendría que asumir las consecuencias del estallido que ha provocado en al-Quds y más allá.
Desde el comienzo del mes sagrado, el régimen israelí ha impuesto estrictas restricciones a la entrada y salida de palestinos hacia y desde las puertas de la mezquita de al-Aqsa. En medio de las crecientes tensiones con los fieles palestinos, los colonos israelíes también siguen adelante con sus frecuentes incursiones y rituales de provocación en el lugar sagrado.
Según los informes, el jueves se lanzaron al menos 30 cohetes desde el sur del Líbano hacia los territorios ocupados por Israel en represalia por la agresión israelí contra al-Aqsa.
Los guerrilleros de la resistencia con base en Gaza también dispararon varios cohetes hacia los territorios ocupados. Fuentes palestinas dijeron que la Cúpula de Hierro del régimen no logró interceptar la mayoría de los cohetes de represalia.
Tras el ataque con cohetes, los aviones de combate israelíes alcanzaron objetivos dentro de Gaza y posiciones del movimiento de resistencia palestino Hamas en el Líbano.
El régimen israelí ha intensificado en los últimos meses sus atrocidades, matando a alrededor de 100 palestinos solo este año.