Gaza se despide del mes de Ramadán para recibir la fiesta del Eid al-Fitr en medio de una crisis económica y humanitaria grave.
El recorte de los salarios y el desempleo desenfrenado, aparte del asedio impuesto a esta población, es notable especialmente en los mercados, los cuales están repletos de mercancías, pero hay una gran carencia de compradores.
Las calles de la asediada Franja de Gaza están colmadas por sus habitantes, los cuales salen a los mercados e intentan crear un ambiente festejo en las calles a pesar de las preocupaciones. Sin embargo, el elevado precio de las mercancías impide a los gazatíes poder comprarlas y disfrutar de los ambientes festejos.
La ocupación israelí con el cierre de las fronteras impide el movimiento de compra-venta en el enclave costero, lo que perjudica a los comerciantes y los compradores.
Los gazatíes tienen la fe y la esperanza de que en los años posteriores puedan disfrutar de estas fiestas en unas mejores condiciones.
A pesar de las dificultades que vive el pueblo en la Franja de Gaza y el asfixiante asedio impuesto sobre ellos, los gazatíes intentan disfrutar del ambiente festivo y así aliviar en parte el sufrimiento que ha perdurado en ellos desde hace varios años. Sin embargo, sus ganas de vivir y de salir adelante, supera la fuerza de la ocupación israelí.
Huda Hegazi, Gaza