La mujer de 24 años, que ahora trabaja en un laboratorio de investigación médica en una universidad de Gran Bretaña donde estudió biomedicina, ha presentado una denuncia contra su padre por golpearla.
"Me golpeó durante 20 minutos porque no quería que usara un pañuelo en la cabeza", testificó en la corte mientras su padre lloraba. La fiscal del distrito, Sra. Papakosta, defendió el derecho evidente de toda persona a creer en el dios que quiere.
El agricultor de 50 años fue condenado a tres años de prisión.
Según Gegonota, la joven, que vivió toda su vida hasta que se fue a estudiar a un pueblo del distrito del municipio de Riga Feraios, se presentó en la sala del tribunal con una máscara que no ocultaba la desfiguración que presentaba su rostro, informó Greek city times.