Se trata de quienes pertenecen al sector de mayores ingresos (una minoría) y de quienes no se anotaron en el formulario que lanzó el Gobierno el año pasado, que son la mayoría. Implicarán aumentos de hasta el 100%. El FMI insiste, y el Gobierno cumple sus pedidos. Resultado: más ataques a la economía diaria de millones de familias trabajadoras.
A partir del lunes 1° de mayo, más de 5 millones de hogares (exactamente 5.385.522) no tendrán más subsidios de ningún tipo en los servicios de luz y gas. En el caso del gas, esta quita se concretó a fines del año pasado, mientras que en el caso de la luz, se concretará a partir del mes que viene y en junio ya llegarán las facturas con tarifa plana. Por lo tanto, con aumentos.
El anuncio oficial fue realizado hace unos días por la secretaria de Energía, Flavia Royón, durante una exposición en el Encuentro Idea Energía 2023, quién admitió que el incremento “para el sector de altos ingresos y el que no solicite el subsidio puede tener un incremento de entre el 90% y el 100%«.
El universo de hogares afectados está compuesto por dos grupos. Por un lado, aquellos que pertenecen al sector de mayores ingresos por superar el valor de 3,5 canastas básicas ($ 669.298) y por el otro lado, quienes no se anotaron en el formulario RASE (Registro de Subsidios de Luz y Gas), que lanzó el Gobierno el año pasado y que fue utilizado como base para aplicar la famosa “segmentación” de tarifas.
El aumento de tarifas fue y es una de las demandas del Fondo Monetario Internacional (FMI). Cuando Martín Guzmán todavía comandaba la cartera de Economía se diseñó este plan de aumentos escalonados, mediante el cual desde el Gobierno nacional se pretendía satisfacer los pedidos de quita de subsidios del organismo internacional.
Guzmán se fue, la segmentación se quedó y le tocó a Royón, entre otros funcionarios, ejecutar la implementación. Dicha implementación depende de los ingresos de los hogares y de su nivel de consumo. Los niveles establecidos por ingresos son tres:
– Mayores ingresos: hogares con ingresos superiores a 3,5 canastas básicas.
– Ingresos medios: hogares con ingresos entre 1 canasta y 3,5 canastas básicas.
– Ingresos bajos: hogares con tarifa social e ingresos menores a 1 canasta básica.
En ese momento, desde la cartera de Energía se estimó que solo un 10 % del total de los usuarios de energía eléctrica perderían el total de los subsidios y afrontarían incrementos altos, como los que se aplicarán ahora. Sin embargo, esta estimación no se cumplió. Y eso es lo que precisamente denuncian organizaciones de consumidores como DE.U.CO (Organización de Usuarios y Consumidores).
Dicha organización expresó en un documento que, en base a los datos oficiales al 31 de marzo, del universo de hogares que deberán pagar tarifa plana, una minoría corresponde a los sectores de mayores ingresos, mientras que la gran mayoría afrontarán este gasto por no haberse anotado en el formulario RASE. Estamos hablando de 981.521 contra 4.404.001.
¿Cómo se llegó a esta situación? ¿Por qué hogares que no cuentan con ingresos suficientes deberán hacer frente aumentos imposibles de pagar? Porque en la resolución 661/2022 se establecía que se “deberá a otorgar a los usuarios de energía eléctrica y gas por red que no se encuentren identificados en el padrón informado como correspondientes a los niveles 2 o 3, para el ciclo de facturación que se trate, el tratamiento correspondiente a usuarios y usuarias residenciales de ingresos altos (nivel 1 )”.
Se concretó lo que, desde el momento en que se anunció la segmentación, se denunciaba desde muchas organizaciones de defensa de consumidores, y también desde este medio: el ingreso compulsivo en el grupo de altos ingresos de quienes no pudieran cumplir con ese trámite administrativo por no tener acceso a internet, por vivir en zonas alejadas, por no estar enterados, o lo que sea. Hay que decir además, que en el marco de la crisis que vivimos y de un deterioro diario del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, este aumento impactará y fuerte sobre esos más de 4 millones de hogares, de los cuales seguro la gran mayoría no pueda hacerle frente a semejantes aumentos.
Por fuera, de ese grupo también se anunció que habrá incrementos de entre un 15% y 50% para los usuarios registrados en el sector de ingresos medios.
El pasado lunes 4 de abril, el FMI publicó un documento detallado sobre los resultados de la cuarta revisión del acuerdo con Argentina donde vuelven a insistir con el tema tarifas al exigir la quita total de subsidios a los usuarios agrupados en el nivel de altos ingresos de manera inmedia. Apenas de 20 días despues, llegó el anuncio de Royón.
Estamos ante un panorama social complicado. Una crisis social que se acelera y que, como siempre pasa, golpea más fuerte a las mayorías trabajadoras y populares que viven de salarios e ingresos que quedaron muy por debajo de la inflación. En este contexto, estos nuevos aumentos echan más leña al fuego.
Ante la extrema pasividad de la burocracia sindical que permitió que el ajuste haya llegado hasta acá, es necesario que la bronca y el malestar social que se expresan por abajo en sectores que salen a luchar se organice para poder imponer un programa de emergencia a la crisis que sea favorable a la clase trabajadora y el pueblo.
Fuente: La Izquierda Diario