Ingrid Matheson, la primera mujer en liderar una organización islámica en América del Norte, es la fundadora del Proyecto Hormat, que es una iniciativa para ayudar a las comunidades musulmanas a prevenir y actuar contra el abuso espiritual y sexual cometido por personas con poder e influencia religiosa.
Ingrid Matheson nació en 1963 en Kingston, Canadá, y estudió en escuelas católicas. Matheson estudió filosofía y bellas artes en la Universidad de Waterloo en Canadá de 1982 a 1987.
Como parte de sus estudios, pasó el verano de 1986 como estudiante visitante en París, donde se hizo amiga de estudiantes de África Occidental de una comunidad musulmana. Matheson se convirtió al Islam en 1987. Matheson recibió su doctorado en lenguas y civilizaciones del Cercano Oriente de la Universidad de Chicago en 1999.
Fue entonces profesora de estudios islámicos y relaciones entre cristianos y musulmanes, de 1998 a 2012, en la "Escuela de Estudios Religiosos de Hartford" en Connecticut, Estados Unidos. Durante este tiempo, estableció el primer programa de posgrado acreditado para predicadores musulmanes en Estados Unidos, y durante varios años se desempeñó como directora del Centro McDonald para el Estudio del Islam y las Relaciones Cristiano-Musulmanas en la Escuela de Estudios Religiosos de Hartford.
Mientras se desempeñaba como vicepresidente y luego presidente de la Sociedad Islámica de América del Norte (ISNA), Matheson trabajó con funcionarios del gobierno de EE. UU. en numerosas ocasiones, sirviendo como asesor durante las administraciones de los presidentes de EE. UU. George W. Bush y Barack Obama. Matheson se ha centrado en defender los derechos civiles de los musulmanes estadounidenses y criticar el extremismo religioso desde que se encontró por primera vez con los talibanes mientras intentaba educar a las niñas refugiadas afganas en Pakistán.
Al definir su proyecto, Matheson dijo: “El objetivo del proyecto Hormat es fortalecer la inmunidad de niños, jóvenes, estudiantes, mujeres, hombres y todos los miembros de la sociedad que buscan educación, consejo, seguridad y amistad, en mezquitas, centros y escuelas islámicas. El Proyecto se compromete a apoyar la inmunidad de cada individuo aclarando las responsabilidades particulares de quienes detentan el poder y la autoridad, y educando a las personas vulnerables sobre su dignidad y los derechos que Dios les ha otorgado”.