La asociación dijo en una declaración del domingo que el plan del miembro de la Knesset del régimen, Amit Halevi, del Partido Likud de derecha, constituye una grave escalada del crimen del apartheid por parte de Israel.
“El plan tiene como objetivo judaizar la mezquita de al-Aqsa e imponerle la división espacial”, se lee en el comunicado.
Pidió a las Naciones Unidas y a los países de la Unión Europea que actúen con urgencia para detener los planes de judaización israelíes en toda la ciudad santa.
La asociación advirtió que tal plan es un intento de distorsionar el hecho de que la mezquita es un lugar sagrado islámico en general.
Halevi ideó recientemente un complot destinado a dividir la mezquita sagrada entre la gran mayoría de los musulmanes que residen en al-Quds y los colonos sionistas extremistas que reclaman el derecho a "orar" en el complejo.
El político sionista también ha pedido que se asigne la parte sur del complejo a los musulmanes, mientras que se reservan las partes central y norte, que incluyen la sagrada Cúpula de la Roca, para los sionistas radicales.
Halevi también se ha jactado de que su esquema tiene como objetivo quitarle al gobierno jordano la custodia de la Mezquita al-Aqsa.
El recinto de la Mezquita al-Aqsa, que se encuentra justo encima de la plaza del Muro Occidental, alberga tanto la Cúpula de la Roca como la Mezquita al-Aqsa.
La visita judía a al-Aqsa está permitida, pero como parte de un acuerdo de décadas entre Jordania, el custodio de los sitios islámicos y cristianos en al-Quds, e Israel a raíz de la ocupación israelí del este de al-Quds en 1967, El culto no musulmán en el complejo está prohibido.
En otra parte de la declaración, la asociación reiteró su búsqueda continua para detener los intentos israelíes de cambiar la identidad islámica de al-Quds. También condenó enérgicamente la política israelí de expulsión forzosa de ciudadanos de sus hogares en la ciudad santa.
Los palestinos exigen el control de Cisjordania ocupada como parte de su futuro estado independiente y consideran el sector oriental de al-Quds como la capital de su futuro estado soberano.
'Consecuencias impredecibles'
Hablando al comienzo de la reunión semanal del gabinete celebrada en Ramallah el lunes, el primer ministro palestino, Mohammad Shtayyeh, advirtió a las autoridades de ocupación israelíes que no presenten el controvertido proyecto de ley a la Knesset israelí en los próximos días.
"Dar este paso provocaría una ira abrumadora con resultados impredecibles debido a la santidad y el valor religioso que la Mezquita de al-Aqsa constituye para el pueblo palestino y para los árabes y musulmanes, ya que es su primera Qiblah y el sitio del viaje y ascensión del profeta Mahoma a cielo (al-Isra wal-Miraj).”
Hizo un llamado a la acción árabe, islámica e internacional para evitar que Israel expanda los asentamientos y cometa cualquier violación de las santidades islámicas y cristianas.
Los palestinos han advertido que cualquier cambio en el lugar sagrado "arrastraría a la región al horno de una guerra religiosa" y engulliría a toda la región.