Son cada vez más víctimas de crímenes de odio y acoso por parte de extremistas hindúes. El último ejemplo de los prejuicios anti-musulmanes se vio después de un reciente accidente de tren mortal.
En un artículo publicado por Al Jazeera, Apoorvanand, que enseña hindi en la Universidad de Delhi, ha destacado la tendencia creciente de la islamofobia en el país: Sucede solo en India que incluso un accidente de tren se usa como una oportunidad para demonizar a los musulmanes.
Comenzaron a circular publicaciones en diferentes plataformas de redes sociales y grupos de WhatsApp, culpando a los musulmanes por el accidente.
¿Será coincidencia que fuera un viernes cuando tres trenes chocaron entre sí en Odisha? Como si el ángulo del viernes no fuera suficiente, se inventó la mentira de que el jefe de estación era musulmán. Para hacerlo parecer más siniestro, se difundió en las redes sociales la foto de un santuario religioso cerca de las vías del tren donde había ocurrido el accidente afirmando que se trataba de una mezquita, lo que sugiere que debe haber algún vínculo entre la mezquita y el accidente.
Inmediatamente fue expuesto como una mentira. Era un templo hindú y no una mezquita. Pero imagínese si en realidad hubiera sido una mezquita: la teoría de la conspiración sin fundamento habría recibido nuevas alas.
Lamentablemente, la verificación de hechos solo consolida las dudas creadas por las noticias falsas en las mentes que ya tienen prejuicios contra los musulmanes y se les dice día y noche que los musulmanes están conspirando contra la nación. Estas son mentes entrenadas para pensar que es necesario vigilar a los musulmanes y someterlos usando leyes y, si es necesario, violencia.
El ministro de Ferrocarriles ordenó una investigación sobre el accidente por parte de la Oficina Central de Investigaciones (CBI, por sus siglas en inglés), que durante mucho tiempo ha renunciado a la pretensión de actuar como una agencia de investigación independiente y se utiliza principalmente para atacar a los opositores políticos e investigar los casos según las líneas ideológicas establecidas por los amos gobernantes del país.
En este caso, entregar el caso a la CBI elude el proceso normal en tales situaciones, que es una investigación por parte del comisionado de seguridad. El resultado: en lugar de prestar atención a las fallas en las medidas de seguridad, que podrían generar preguntas incómodas para el gobierno, la investigación del accidente ahora mantendrá viva una teoría de conspiración criminal. Se alinea con los rumores difundidos justo después del accidente.
Inmediatamente después de este accidente, el primer ministro del estado de Assam, Himanta Biswa Sarma, pronunció un discurso para desalentar el uso de productos químicos en la agricultura. Dándole un giro antimusulmán, prometió que no se permitiría la "yihad fertilizante". Estaba aprovechando esta ocasión para atacar a los musulmanes bengalíes en su estado, cuya principal ocupación es la agricultura. Sugiriendo que estaban arruinando la tierra mediante el uso de productos químicos, dio otra justificación para desalojar a los musulmanes bengalíes y quitarles sus tierras, basándose en una campaña que ha llevado a cabo sin descanso en los últimos años.
Sarma se recupera de la derrota del BJP, su partido, en las elecciones legislativas del estado de Karnataka, donde fue un destacado activista. Él, junto con otros líderes del BJP, convirtió las elecciones en una campaña de odio contra los musulmanes, diciendo que había cerrado cientos de madrazas y que se aseguraría de que todas estuvieran cerradas. También repitió tropos familiares sobre los musulmanes indios, retratándolos en contra de la planificación familiar. Las estadísticas muestran que las tasas de poligamia son casi idénticas entre los hindúes y los musulmanes en la India, y las tasas de fecundidad de los musulmanes se han reducido drásticamente en las últimas décadas. Pero los hechos son inconvenientes cuando el objetivo es difundir mentiras sobre una comunidad religiosa minoritaria.
Luego está el primer ministro del estado de Uttarakhand, también del BJP, quien dijo que se realizaría una verificación de antecedentes de todos los forasteros. Este anuncio, claramente dirigido a los musulmanes, se hizo justo después de que arrestaran a un niño musulmán acusado de intentar secuestrar a una niña hindú menor de edad. Hay carteles en varias ciudades del estado que piden a los musulmanes que abandonen el lugar y cierren sus negocios, o que marcan las tiendas de propiedad musulmana con signos 'X', que recuerdan a la Alemania nazi y el ataque a los judíos. Se están realizando mítines exigiendo la expulsión de los musulmanes, y muchos de ellos ya han huido. En lugar de brindarles seguridad, el primer ministro promete un control de identidad, aparentemente para evitar que los musulmanes ingresen al estado. Una vez más, esto se basa en mentiras similares difundidas por el primer ministro y su partido que alegan que los musulmanes están involucrados en la apropiación de tierras, en parte para establecer estructuras religiosas. Esto se enmarcó en el lenguaje deliberadamente provocativo de una supuesta “jihad terrestre” y “jihad mazar”.
En otro extraño incidente, estalló la violencia contra los musulmanes en el estado de Maharashtra por la supuesta glorificación del rey mogol Aurangzeb y el exgobernante de Mysore Tipu Sultan, en publicaciones en las redes sociales y en un mitin. El BJP y sus aliados de extrema derecha culpan a estos emperadores fallecidos hace mucho tiempo como los niños del cartel de la supuesta violencia contra los hindúes por parte de los antiguos gobernantes musulmanes, aunque la historia muestra que tenían legados mucho más complejos y matizados, informó Al Jazeera.