Según indica este viernes la cadena norteamericana CNN, que cita a funcionarios familiarizados con el asunto, el Gobierno de EE.UU. analiza seriamente transferir a Ucrania bombas de racimo.
Se prevé una decisión final de la Casa Blanca pronto, han dicho y, en caso de aprobarse el envío, las bombas podrían incluirse en un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania el próximo mes. “Estas sin duda tendrían un impacto significativo en el campo de batalla”, han comentado.
Desde Ucrania, han estado pidiendo insistentemente a Estados Unidos que proporcione estas municiones desde el año pasado, alegando que proporcionarían más municiones para los sistemas de cohetes y artillería proporcionados por Occidente, sin considerar el mortal peligro que estas armas representan para los civiles.
Estados Unidos y Ucrania no son signatarios de la Convención sobre Municiones en Racimo [2010], pero algunos de sus aliados clave como el Reino Unido, Francia y Alemania sí la han suscrito.
La contraofensiva de Ucrania lanzada a principios de este mes no ha tenido resultados, lo único que ha evidenciado es que las líneas de defensa de Rusia están bien fortificadas, más de lo previsto.
A medida que se prolonga la contraofensiva, la gran cantidad de municiones de artillería de Ucrania se acaba y no será sostenible la reposición de recursos, avizoran analistas y funcionarios militares.
Estas armas esparcen “bombas” por todo el territorio, y las que no explotan al impactar, pueden representar un riesgo a largo plazo para cualquiera que las encuentre, caso similar a las minas terrestres.
Aun cuando el Congreso de Estados Unidos ha impuesto restricciones legales para la transferencia de municiones de racimo, Biden podría anularlas, han dicho las citadas fuentes, sobre todo porque congresistas bipartidistas han apoyado dichos envíos en los últimos meses.
Fuente: Hispantv