Las protestas, iniciadas el martes después de la muerte a tiros de Nahel, de origen argelino, en Nanterre, a las afueras de París, la capital, donde el adolescente de 17 años se negó a detener su coche tras la petición de agentes, se han extendido casi por toda Francia.
Al respecto, el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter ha informado de que a lo largo de la noche del jueves hasta este viernes la Policía ha detenido a 667 personas, en su mayoría jóvenes de entre 14 y 18 años, que participaron en los choques.
En la ciudad de Nanterre, unas 6200 personas han participado en una marcha en memoria de la víctima, y las tensiones con las fuerzas del orden han estallado en medio del evento.
Darmanin, que había desplegado 40 000 agentes para tratar de evitar que se reprodujeran los altercados, ha reportado que 249 policías y gendarmes han resultado heridos como consecuencia de los altercados nocturnos.
Ante tal coyuntura, el presidente galo, Emmanuel Macron, que se encuentra en Bruselas, capital belga, por el Consejo de la Unión Europea (UE), ha convocado una unidad de crisis en el Ministerio del Interior y presidirá a mediodía de este viernes una reunión de una comisión de crisis por los disturbios.
El jueves, Macron calificó de “injustificables” los actos de violencia contra “las instituciones y la República”, al tiempo que llamó al pueblo a la calma. Sin embargo, la llamada del mandatario a la contención y las de otras autoridades del país no han amainado la furia de los ciudadanos, especialmente las comunidades de los suburbios desfavorecidos de las grandes ciudades.
El brigadier de la policía, de 38 años, que mató a Nahel fue imputado el jueves por homicidio voluntario y encarcelado. Esto, mientras que, su abogado, Laurent-Franck Liénard, avanzó que recurrirá su encarcelamiento provisional y aseguró que su cliente “no lo quiso matar”.
“Las primeras palabras que pronunció fueron para pedir perdón y las últimas palabras que pronunció fueron para pedir perdón”, contó el letrado en una entrevista.
Tras un récord de 13 muertes por disparos de agentes policiales en Francia durante controles de tráfico el año pasado, este es el segundo episodio mortal en estas circunstancias en 2023.
Fuente: Hispantv