“En las últimas dos décadas, las sanciones se han convertido en la herramienta de política exterior de los gobiernos occidentales encabezados por Estados Unidos”, escribe la revista Foreign Policy en un artículo publicado el lunes en su edición en línea.

“Un creciente club de chicos malos designados por Estados Unidos” liderado por Rusia, China, Irán, Cuba, Siria, Venezuela y Corea del Norte, que han sido los principales objetivos de las sanciones “punitivas” dirigidas por Estados Unidos, se han unido para emprender un gran plan “para reemplazar su dependencia del dólar y el sistema financiero occidental”, enfatiza el artículo.

Además, citó un informe del Departamento del Tesoro de EE. UU. para señalar que para 2021, “Estados Unidos tenía sanciones contra más de 9,000 personas, empresas y sectores de economías de países específicos”.

Según el informe, “En 2021, el primer año en el cargo del presidente estadounidense Joe Biden, su administración agregó 765 nuevas designaciones de sanciones a nivel mundial, incluidas 173 relacionadas con los derechos humanos”.

El artículo cita además a una Universidad de Columbia para señalar que “un total de seis países (Cuba, Irán, Corea del Norte, Rusia, Siria y Venezuela) estaban bajo sanciones integrales de EE. UU., lo que significa que la mayoría de las transacciones comerciales y financieras con entidades e individuos en esos países están prohibidas por la ley de EE. UU.”

También cita a otros 17 países, incluidos Afganistán, Bielorrusia, República Democrática del Congo, Etiopía, Irak, Líbano, Libia, Malí, Nicaragua, Sudán y Yemen, que han sido objeto de sanciones específicas impuestas por Washington, “lo que indica que las relaciones financieras y comerciales con empresas específicas, personas y, a menudo, el gobierno están prohibidas por la ley estadounidense”.

El artículo cita además una base de datos de la Universidad de Princeton para señalar que siete países más, incluidos China, Eritrea, Haití y Sri Lanka, estaban bajo controles de exportación específicos.

“Esta ya larga lista”, agrega, “ni siquiera incluye sanciones específicas impuestas a individuos y empresas en países como El Salvador, Guatemala o Paraguay, o sanciones impuestas en territorios como Hong Kong, los Balcanes o las regiones ucranianas de Crimea, Donetsk o Lugansk”.

En total, el informe enfatiza que “los países sujetos a algún tipo de sanciones de EE. UU. representan colectivamente un poco más de una quinta parte del PIB mundial”, y China representa casi el 80 por ciento del grupo.

Además, observa que "a diferencia de muchas de estas naciones sancionadas, China tiene el peso económico, la creciente influencia diplomática, la estabilidad monetaria y la liquidez... para impulsar la creciente adopción internacional del renminbi [moneda oficial] y los esquemas financieros chinos, como su sistema de pago interbancario transfronterizo".

Fuente: PressTv