Al calificar de “ficticia” la llamada Línea Verde, el “ministro” israelí para asuntos de Al-Quds (Jerusalén) exige anexionar lo antes posible la ocupada Cisjordania.
“Realmente, no creo que exista una línea verde (la frontera de facto que separa los territorios ocupados por Israel). Es una línea ficticia”, dijo el “ministro” de patrimonio del régimen israelí, el ultraderechista Amichai Eliyahu, en una entrevista con la Radio del ejército.
Además de rechazar la idea de dos Estados en Palestina, instó a aplicarse la soberanía del régimen sionista sobre las regiones de Cisjordania “lo antes posible y de la manera más inteligente posible”.
El extremista gabinete israelí del primer ministro Benjamín Netanyahu ha establecido entre sus prioridades que “el pueblo judío tiene el derecho exclusivo e inalienable” de establecerse más allá de la llamada línea verde —la frontera de facto que separa los territorios controlados por Israel, incluidos los que ocupó ilegalmente, y por la Autoridad Nacional Palestina—.
La línea verde
La línea verde en Palestina es un término utilizado para la línea divisoria entre los territorios ocupados en 1948 y los territorios ocupados en 1967. Fue definida por las Naciones Unidas en 1949.
La línea verde además separa a los territorios ocupados por Israel de los países árabes vecinos: Siria, Jordania, El Líbano y Egipto. La demarcación en cuestión pasó dentro de la ciudad de Al-Quds (Jerusalén) y también dividió una serie de pueblos en áreas pobladas como el Triángulo.
El Triángulo está ubicado en el norte de los territorios ocupados. Fue conocido después del establecimiento de facto de Israel como una reunión de ciudades y pueblos árabes que limitan al norte con Marj Ibn Amer y el monte Carmelo, al este con la ocupada Cisjordania, y al sur limita con las ciudades de Lod y Ramle, y Jaffa, y al oeste limita con por las ciudades de la costa mediterránea.
Las Naciones Unidas advierten que la expansión de colonias ilegales por parte de Israel impide la solución de dos Estados, mientras que desde Palestina aseguran que la medida revela la cara fascista y racista de la ocupación y piden medidas internacionales de disuasión, para detener el colonialismo ilegal.