En Fisksatra, un tranquilo suburbio del municipio de Nacka, en las afueras de Estocolmo, musulmanes y cristianos han coexistido pacíficamente durante años.

Juntos han celebrado “oraciones de paz”, organizado festivales culturales e incluso planeado establecer sus lugares de culto uno al lado del otro.

Ese espíritu ha sido puesto a prueba por la reciente ola de ataques contra el Corán en Suecia, pero el pueblo de Fisksatra está decidido a superar el desafío juntos.

En julio, miembros de las comunidades musulmana y cristiana de Fisksatra se reunieron en la plaza Medborgarplatsen de Estocolmo para protestar por la profanación del Corán.

Entre los que asistieron a la muestra de solidaridad se encontraba Carl Dahlback, vicario de la parroquia comunitaria de Nacka de la Iglesia de Suecia.

“Fue conmovedor. Muchos musulmanes vinieron a verme y me agradecieron por participar en una protesta contra la quema del Corán. Querían tomarse fotos conmigo”, le dijo a Anadolu en una entrevista en vídeo.

El Círculo Cultural Islámico de Suecia (CCIS), una organización musulmana con sede en Estocolmo, dijo que la manifestación fue la mayor protesta de este tipo celebrada hasta ahora y brindó a la gente una forma pacífica de expresar sus puntos de vista.

Alcance por la paz

El CCIS está planeando varias actividades para crear conciencia sobre el Islam y su libro sagrado.

Para ello, colaborarán las comunidades musulmana y cristiana de Fisksatra, según Mohammad Aqib, funcionario del CCIS.

“Organizaremos un programa en la iglesia, donde habrá oraciones y recitaciones del Corán”, dijo a Anadolu.

El grupo también distribuirá copias del Corán con traducción al sueco, junto con vídeos educativos en plataformas de redes sociales sobre el libro sagrado.

Cambios legales

Los repetidos ataques al Corán en Suecia y la vecina Dinamarca han provocado una feroz condena de los musulmanes de todo el mundo, que exigen medidas para detener tales actos.

A finales de julio, el primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, dijo que estaba en “diálogo estrecho” con su homóloga danesa, Mette Frederiksen, y añadió que ambos países reconocen que “la situación es peligrosa y se necesitan medidas para fortalecer nuestra resiliencia”.

Kristersson dijo que su gobierno buscaría formas de abordar el problema, pero descartó cualquier cambio radical en las leyes de libertad de expresión de Suecia.

Dahlback, reverendo durante más de tres décadas, dijo que los individuos que profanan el Corán son alborotadores que quieren crear problemas y herir a la gente.

Dijo que estos actos son una forma de discurso de odio y añadió que, si bien hoy en día se dirigen contra los musulmanes, también van en contra de los cristianos.

“Dejen de hacer esto. Vengan y hablen con nosotros”, señaló en un llamamiento a quienes participan en estos actos.

En opinión de Aqib, estas personas están respaldadas e incitadas por grupos políticos de extrema derecha.

Dahlback cree que estos incidentes continuarán, pero se mostró optimista sobre cambios positivos en el futuro, ya que “nadie quiere que los alborotadores gobiernen el mundo”.

Considera que las leyes existentes en Suecia podrían ser suficientes para evitar más ataques de este tipo.

“Mucha gente piensa que es posible utilizar la ley que tenemos hoy para prohibir esta… quema del Corán”, dijo.

No es necesaria una nueva ley que trate explícitamente la quema de Escrituras, ya que la existente debería usarse para interpretar esto como un discurso de odio contra grupos religiosos para detener tales incidentes, añadió.

Sin embargo, Aqib, el funcionario de la CPI, dijo que son necesarios cambios a la ley actual para garantizar que no haya espacio para abusar de las religiones o los libros religiosos bajo el pretexto de la libertad de expresión.

“La ley existente debe modificarse para que no queden disposiciones que permitan a la gente faltarle el respeto al Islam o a cualquier otra religión”, dijo a Anadolu, advirtiendo que tales acciones propagan el odio en la sociedad y podrían causar un mayor malestar.

Fuentes: Mundo Islam / Anadolu