De acuerdo con la información, un misil de crucero ruso alcanzó un arsenal ucraniano que contenía más de 3000 toneladas de municiones, y causó una masiva detonación secundaria, con escombros ardientes esparcidos en un amplio radio, tal como se ve en las imágenes del ataque.
El Ministerio de Defensa ruso, reportó también el sábado más de 10 ataques con armas de alta precisión y largo alcance y drones contra objetivos militares en Ucrania, en una semana hasta el 23 de septiembre.
Anteriormente, el presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió que las tropas ucranianas no tienen ningún chance contra los heroicos y valientes combatientes de las Fuerzas Armadas rusas.
El Ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, dijo que Ucrania continúa arrojando a soldados no entrenados a la picadora de carne mientras enfrenta la presión de sus patrocinadores occidentales para que demuestre resultados tangibles en el campo de batalla.
"A pesar de la ausencia de resultados significativos de la llamada contraofensiva, los responsables occidentales de Ucrania no están retrocediendo en su principio inhumano de 'las armas como camino hacia la paz'", dijo Shoigu en una sesión informativa periódica de altos oficiales militares el martes.
Kiev no revela estadísticas sobre sus pérdidas militares, pero según las estimaciones de Moscú, el número de militares ucranianos muertos desde que comenzó la contraofensiva ha superado ya los 83.000, con al menos 17.000 muertos sólo en septiembre, informó Russia Today.
"Estados Unidos y sus aliados continúan armando a las fuerzas armadas ucranianas, mientras que el régimen de Kiev continúa lanzando soldados no entrenados a ataques y masacres sin sentido", dijo el Ministro de Defensa ruso, añadiendo que estas "acciones cínicas de Occidente y sus secuaces en Kiev sólo está empujando a Ucrania hacia la autodestrucción”.
Washington y sus aliados enviaron miles de millones de dólares en ayuda militar directa a Kiev desde que se intensificaron los combates con Rusia en febrero de 2022, incluidos decenas de envíos de armas pesadas, vehículos y municiones. Las últimas entregas incluyeron la primera ronda de tanques de batalla principales Abrams de Estados Unidos, 31 de los cuales fueron autorizados para Ucrania a principios de este año.
Rusia ha advertido repetidamente a Occidente que los envíos de armas a Ucrania sólo prolongarán el conflicto e infligirán más sufrimiento a los civiles, pero no cambiarán el resultado.