La ONU ha informado que desde el 7 de octubre, 820 palestinos han sido desplazados en Cisjordania y los ataques de colonos israelíes han aumentado de un promedio de tres a siete por día. En el mismo período, se llevaron a cabo más de 400 ataques de colonos en la zona, que provocaron la muerte de nueve palestinos.

Los palestinos subrayan que la constante expansión de los asentamientos judíos ilegales (todos los asentamientos son ilegales según el derecho internacional) es una de las mayores amenazas al establecimiento de un Estado palestino dentro de las fronteras de 1967 y está fragmentando el territorio de Cisjordania supuestamente asignado para dicho Estado. Los colonos judíos armados que viven en la zona atacan con frecuencia a los palestinos y los obligan a abandonar sus hogares.

Organizaciones israelíes e internacionales de derechos humanos acusan a las fuerzas israelíes de proteger a los colonos que llevan a cabo estos ataques, de los cuales la tragedia que sufrió la familia Dawabsheh es uno de los ejemplos más trágicos.

La casa de la familia palestina en la aldea de Duma, cerca de la ciudad cisjordana de Nablus, fue incendiada por colonos judíos en la mañana del 31 de julio de 2015. Ali, de dieciocho meses, murió en el incendio . Su padre, Saad Dawabsheh, de 31 años, y su madre, Riham Dawabsheh, de 28, y su otro hijo, Ahmed, de cuatro años, resultaron gravemente heridos y fueron trasladados al hospital. Los médicos no pudieron salvar a Saad y Riham, dejando a Ahmed como el único superviviente de la familia. Sufrió quemaduras en el 60 por ciento de su cuerpo y ahora vive con su abuelo y su tío en Duma.

Al igual que otros palestinos en la ocupada Cisjordania, Ahmed sigue presenciando una creciente violencia de los colonos. En Duma, donde un equipo de Anadolu fue a visitar la casa de la familia Dawabsheh para una entrevista, reina una calma inquietante después de los recientes ataques de los colonos. Los vehículos quemados son visibles a la entrada del pueblo, donde no hay gente en las calles ni tráfico.

Durante la visita, Ahmed, que ahora tiene 13 años, estaba jugando con su prima en la casa de su tío. Parecía tímido y reservado pero tenía un comportamiento alegre. Su abuelo, Hussein, que perdió a su hija, su yerno y su nieto en el ataque incendiario, dijo que, desde la tragedia de 2015, la violencia de los colonos judíos fanáticos contra el pueblo palestino ha ido en aumento.

“Por ejemplo, para salir a la calle hay que hacer mil cálculos”, explicó. “Hay que tener cuidado para no ser atacado por colonos judíos y tener miedo. Los colonos judíos pueden detenerte y matarte. En otras palabras, la situación es muy mala”.

Nuestros muertos se han convertido en mártires

Cuando se le preguntó cómo afrontan los palestinos este problema crónico, que paraliza su vida cotidiana, respondió: “Somos musulmanes y creemos en el destino y la fatalidad. Nuestros muertos se han convertido en mártires; Se han elevado al Señor de los mundos, Allah. Pero después de ellos, quienes sufren son sus familias, sus hermanos y su patria. Todo el mundo está pasando por este dolor”.

Señaló que, aunque los palestinos son las víctimas, se les considera terroristas. “Nos tratan de terroristas en cualquier momento. En cualquier situación, Israel cancela los permisos de trabajo de nuestros niños que trabajan en las zonas israelíes. Nos asfixian por todos lados”.

Según Hussein Dawabsheh, el comportamiento de los colonos judíos después del incendio provocado no fue diferente de la atrocidad que se cometió.

“Para ellos fue como si nada hubiera pasado. Estaban cantando y bailando. En sus canciones decían: 'Matamos a tres'. Ahora es el turno del cuarto. Los vimos decir repetidamente en las redes sociales: 'Es un error que este niño viva'. Matamos a su madre, a su padre y a su hermano. Ahora se vengará. Imagínese tenerle miedo a un niño de cuatro años. Ellos empezaron esto. Son la fuente de la violencia. No somos nosotros”.

Nasr Dawabsheh, tío de Ahmed, señaló que los ataques de los colonos no comenzaron con los últimos ataques a Gaza, sino que han aumentado en número durante este período.

"Con el ataque a Gaza, los colonos judíos junto con el ejército israelí y este fanático gobierno israelí recibieron permiso para organizar ataques para matar palestinos", dijo. Al enfatizar que no pueden salir a la calle, agregó: "Si vas a salir a la calle, debes despedirte de tu familia y de tus hijos porque es posible que no regreses a casa".

Señaló que la temporada de recolección de aceitunas ha comenzado, pero tan pronto como comenzó el ataque a Gaza, los colonos judíos quemaron cuatro vehículos y un joven palestino resultó herido. “Incluso impidieron que la ambulancia llevara a este joven al hospital e intentaron atacar el pueblo. Estos ataques continúan todos los días. Hay un ataque claro y sistemático. Estos colonos judíos tienen permiso para disparar contra cualquier palestino, hombre, mujer o niño, y contra los ancianos”.

El tío de Ahmed, Nasr, describe la violencia de los colonos como terrorismo contra el pueblo palestino. “Y no sólo desde el 7 de octubre; por mucho tiempo. Este terrorismo ha estado ocurriendo en Cisjordania. En los últimos tiempos ha aumentado aún más. Como dije, este es un terrorismo sistemático y planificado”.

Se han enviado cartas amenazadoras a muchos pueblos y ciudades, afirmó. “Nos dicen: 'O vas voluntariamente al este del río Jordán o te matarán'”.

Ocho años después de la tragedia, no importa lo que su abuelo y su tío hagan por Ahmed, no pueden reemplazar a sus padres, afirmó Nasr.

“Independientemente de la ocasión, ya sea una graduación, vacaciones o cumpleaños, siempre faltará cualquier cosa que le ofrezcamos. En Palestina, los niños ya han crecido. Ahmed ha pasado por un largo proceso de curación. En la escuela, el maestro pidió a los estudiantes que hicieran dibujos de sus familias y él dibujó a cuatro personas. A pesar de saber que su familia ya no está viva, sigue insistiendo en que son cuatro personas. Imagínate cómo puedes convencer a este niño de que su familia ya no existe”.

Dios, añadió su tío, mantuvo a Ahmed con vida con un propósito. "Para que pueda ser un símbolo contra los ocupantes israelíes hasta el Día del Juicio".

Fuente: MEMO