Una de las cuestiones a las que se le da importancia en la lectura del Corán es Tillawah.
Significa leer el Corán observando el orden especial que existe entre los versos y contemplando los principales conceptos y significados de los versos.
El objetivo de este tipo de lectura es el crecimiento y desarrollo de los pensamientos y valores humanos, lo que conduciría al crecimiento del carácter.
Una de las cuestiones a las que se le da importancia en la lectura del Corán es Tillawah.
Significa leer el Corán observando el orden especial que existe entre los versos y contemplando los principales conceptos y significados de los versos.
El objetivo de este tipo de lectura es el crecimiento y desarrollo de los pensamientos y valores humanos, lo que conduciría al crecimiento del carácter.
Esto es tan importante que Dios ordena a Su mensajero que lea el Corán por la noche:
¡Tú, el arrebujado! (1) ¡Vela casi toda la noche, (2)o media noche, o algo menos, (3)o más, y recita el Corán lenta y claramente! (4)(Versículos 1-4 de la Sura Al-Muzzammil)
Cuando uno quiere encontrarse con una persona respetada, debe usar su mejor ropa y perfume. Obviamente, leer el Corán, que es tan respetado y significativo, requiere observar buenos modales, lo que demuestra cómo veneramos este Libro Sagrado. Algunos de estos modales incluyen realizar la ablución, observar Taharah (estar limpio y puro), cepillarse los dientes, etc.
Observarlos nos ayudaría a beneficiarnos más del Noble Corán.
La palabra Tarteel (usada en el versículo 4 de la Sura Al-Muzzammil) resalta la necesidad de leer el Corán junto con la contemplación y la reflexión sobre el contenido y el significado de los versículos. Si bien nos beneficiamos del Corán simplemente leyéndolo, seríamos aún más bendecidos si contemplaramos los conceptos del Libro Sagrado.
Fue narrado por el Imam Sadiq (P) quien dijo: Tarteel significa que al recitar el Corán, cuando llegues a los versos sobre el cielo, reza a Dios para que te dé el cielo y cuando llegues a los versos sobre el infierno, recurre a Dios.
Una de las bendiciones de recitar el Corán es que trae paz y calma al alma, como nos recuerdan a Dios los versículos del Libro Sagrado: “El recuerdo de Dios ciertamente trae consuelo a todos los corazones”. (Verso 28 de la Sura Ar-Raad)