Según se informa, el martes tanques israelíes dispararon contra el campo de refugiados de al-Shati en el norte de la Franja de Gaza y el distrito Sheikh Radwan de la ciudad de Gaza.
Los ataques violaron una tregua inicial de cuatro días en Gaza entre Israel y el movimiento de resistencia palestino Hamás, que se prolongó dos días más el lunes.
La prórroga prevé la liberación de 20 cautivos más de Gaza y 60 prisioneros palestinos de cárceles israelíes.
Hasta ahora, Hamás ha liberado a 69 cautivos, entre ellos 51 israelíes y 19 de otras nacionalidades a cambio de la libertad de 150 palestinos de la prisión israelí, principalmente mujeres y menores.
El alto el fuego también ha permitido que la ayuda humanitaria entre en Gaza, donde más de 1,7 millones de palestinos desplazados necesitan urgentemente un acceso seguro y sostenido a agua potable, alimentos, salud, combustible y medicinas.
Israel libró la guerra en Gaza el 7 de octubre después de que Hamás llevara a cabo la Operación Tormenta de Al-Aqsa contra la entidad ocupante en represalia por sus atrocidades intensificadas contra el pueblo palestino.
Desde el inicio de la agresión, el régimen de Tel Aviv ha matado a más de 15.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, y ha dejado en ruinas amplias zonas del enclave costero. Otros 7.000 palestinos están desaparecidos y se cree que están bajo los escombros.
Israel también ha impuesto un “asedio total” al territorio, cortando el combustible, la electricidad, los alimentos y el agua a los más de dos millones de palestinos que viven allí.