El máximo tribunal de la Unión Europea (TJUE) dictaminó el martes que los empleadores públicos de los estados miembros pueden prohibir a los trabajadores usar cualquier signo visible de creencia religiosa, incluido el velo islámico, lo que representa un golpe a la libertad religiosa de millones de mujeres musulmanas.
El caso fue llevado ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) por una mujer musulmana que trabajaba como recepcionista en el municipio de Ans, en el este de Bélgica. Su empleador le dijo que no podía usar su pañuelo en el trabajo y que tenía que cumplir con una nueva política que exigía que todos los empleados observaran una estricta neutralidad y no mostraran ningún símbolo religioso o ideológico.
La mujer impugnó la política de la empresa ante los tribunales, argumentando que violaba su derecho a practicar su religión libremente. También afirmó que la decisión de la empresa era discriminatoria, ya que afectaba desproporcionadamente a las mujeres musulmanas que usan el hijab.
El TJUE rechazó sus argumentos y dictaminó que la política de la empresa estaba justificada por el llamado objetivo “legítimo” de garantizar un entorno administrativo neutral.
El tribunal dijo que las autoridades públicas de los estados miembros tienen un margen de discreción para decidir cómo promover la neutralidad del servicio público y que pueden prohibir o permitir el uso de símbolos religiosos por parte de sus empleados.
El fallo es un revés para los derechos humanos de las mujeres musulmanas en Europa, que enfrentan una creciente hostilidad y discriminación debido a su identidad religiosa.
El veredicto del tribunal aumentó las preocupaciones existentes sobre la seguridad, las libertades y los derechos de los musulmanes en Europa y también expuso los dobles estándares de la UE en materia de derechos humanos, libertades religiosas e igualdad.
La decisión del tribunal, sin embargo, era esperada por cualquiera que haya estado observando el deslizamiento gradual de Europa hacia la islamofobia mientras que durante muchos años se han aplicado en Europa medidas crecientes para aislar e incluso ilegalizar a los musulmanes.