“Israel” ha estado instalando cada vez más puertas de hierro en las entradas a las aldeas y ciudades palestinas de Cisjordania para impedir el movimiento de los residentes.
“Israel” comenzó a colocar puertas en las entradas de ciudades y pueblos durante la Segunda Intifada en 2000, pero ha redoblado la práctica, vista por los palestinos como un castigo colectivo, especialmente desde el 7 de octubre.
Después de que comenzó la actual agresión a Gaza, los palestinos han registrado un enorme aumento en el número de estas puertas, con 28 instaladas en sólo un día en las entradas de las aldeas cercanas a la ciudad de Ramallah.
El cierre de la puerta puede durar muchos días o incluso meses, restringiendo gravemente el movimiento de los palestinos y obligándolos a utilizar caminos de tierra alternativos y llenos de baches, lo que se traduce en horas de conducción para llegar a sus destinos.
Estas puertas restringen el movimiento de palestinos desde el norte de Cisjordania hacia la ciudad de Ramallah, el centro de las instituciones, ministerios y funciones públicas del gobierno palestino.
Cerrar las puertas significa impedir que decenas de miles de ciudadanos se muevan libremente y lleguen a su trabajo y a sus escuelas.
Según un informe del Instituto de Investigación Aplicada, el número de puestos de control militares de diversos tipos y formas instalados por “Israel” en Cisjordania había llegado a 567 hasta el 6 de octubre, incluidos 77 puestos de control principales y 490 puestos de control que consisten en barreras de tierra, bloques de cemento y portones de hierro.
El informe explica que, desde el 7 de octubre, el ejército “israelí” ha añadido más de 140 nuevos puestos de control y obstáculos, con el objetivo de aislar las entradas a las ciudades, pueblos y ciudades palestinas, impedir la comunicación entre ellas, restringir el movimiento de los palestinos e impedir impedirles utilizar carreteras de circunvalación que ahora son para uso exclusivo de los colonos.
Fuente: Al Ahed