El Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se emocionó y derramó lágrimas cuando pidió un alto el fuego en la Franja de Gaza en medio de continuos ataques terrestres y aéreos israelíes contra los palestinos en la región devastada por la guerra.
En su intervención en la reunión del Consejo Ejecutivo de la OMS celebrada en Ginebra el jueves, durante un debate sobre la emergencia sanitaria en Gaza, Tedros Adhanom Ghebreyesus describió las condiciones en Gaza como "infernales".
“Soy un verdadero creyente por mi propia experiencia de que la guerra no trae solución, excepto más guerra, más odio, más agonía, más destrucción. Así que elijamos la paz y resolvamos esta cuestión políticamente”, dijo Tedros.
"Creo que todos ustedes han dicho la solución de dos Estados y demás, y espero que esta guerra termine y avance hacia una verdadera solución", añadió entre lágrimas.
El jefe de la OMS expresó dificultades para hablar, se tomó un momento para recomponerse y afirmó que era difícil encontrar palabras para describir la situación en Gaza porque estaba "más allá de las palabras".
“El setenta por ciento de los muertos (en Gaza) son niños y mujeres. Eso por sí solo es suficiente para un alto el fuego”, dijo Tedros.
Durante el mismo discurso, el líder de la OMS advirtió que más personas en Gaza sucumbirían al hambre y las enfermedades.
"Si sumamos todo eso, creo que no es fácil entender cuán infernal es la situación", dijo.
Estas declaraciones se produjeron mientras el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza informaba el viernes que la guerra genocida israelí contra la Franja se ha cobrado la vida de 26.083 palestinos y el número de heridos ha alcanzado la asombrosa cifra de 64.487 desde el 7 de octubre.
El preocupante número de mártires ha aumentado significativamente en las últimas 24 horas, ya que la ocupación israelí cometió 19 masacres contra palestinos, que resultaron en el martirio de 183 personas e hirieron a otras 377.
La situación se ve agravada por el hecho de que miles de víctimas siguen atrapadas bajo los escombros de los edificios destruidos o en las calles, ya que resulta extremadamente difícil para las ambulancias y los equipos de defensa civil acceder y prestar asistencia a quienes la necesitan con urgencia, dado que los bombardeos permanece sin parar y los francotiradores apuntan a todo lo que se mueve en sus proximidades.
Fuente: Al Mayadeen