Las ONGs están pidiendo que se mantenga la ayuda a la Unrwa tras la expulsión de varios miembros acusados de haber participado en los ataques de Hamás del pasado 7 de octubre. Y es que muchos países han decidido dejar de colaborar con esta Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Próximo. 

Desde hace casi siete décadas, la Agencia ha sido la encargada de garantizar el acceso a educación, sanidad, ayuda humanitaria y servicios sociales a los refugiados de Palestina, pero la supuesta colaboración de una ínfima parte de sus 30.000 empleados en el ataque a Israel pone en peligro su labor y la asistencia a la población gazatí.

Pero Gaza es una catástrofe médico-humanitaria. Así lo constata el cirujano de Médicos Sin Fronteras, Aldo Rodríguez, quien ha relatado en El Mirador de Andalucía la situación en la Franja. "Ni la gente ni los voluntarios pueden ir a ciertos hospitales porque hay combates alrededor. Faltan materiales para curaciones, medicamentos para el dolor y para los anestesistas, una catástrofe humanitaria muy increíble", ha afirmado.

La circulación de civiles y materiales por el paso de Rafah sigue siendo complicada e insuficiente. "Antes de la escalada del conflicto pasaban 300 camiones al día, a finales de octubre se decidió que fueran 30 camiones y ahora unos 100. Pero ni 30 ni 100 son los necesarios, es insignificante lo que está llegando y, además, llega al Sur, al Norte prácticamente no está llegando nada", ha comentado.

Fuente: Canalsur