En esta ciudad industrial enclavada en el corazón de Inglaterra, donde el campanario de su bella parroquia, cargada de historia, se codea con el minarete de la elegante mezquita de ladrillo rojo Hussainia, la convivencia interreligiosa armoniosa no es una dulce utopía… Para desmayo de los sectarios, anticlericales o incluso visceralmente islamófobos, esta convivencia continúa consolidándose entre los que siguen el Ramadán y los que llevan a cabo otro ayuno anual muy católico: el de la Cuaresma, que finaliza en vísperas de la Semana Santa.
De hecho, el año pasado, el pastor Anthony Murley tuvo la inmensa alegría de ver a altos dignatarios musulmanes de la mezquita vecina, acompañados por varios fieles, venir espontáneamente a su encuentro para anunciarle una gran noticia: deseosos de tejer lazos interreligiosos, decidieron por unanimidad observar la Cuaresma y ayunar juntos en señal de respeto y fraternidad.
Profundamente conmovido por este gesto de esperanza, el pastor Murley hizo un juramento: se comprometió a devolver el gesto en 2024, participando en el ayuno sagrado del Ramadán. ¡Ya está hecho!