“Súplicas del Imam As-Sayyad (P) para la Despedida del mes Bendito de Ramadán” (Primera Parte)

“Súplicas del Imam As-Sayyad (P) para la Despedida del mes Bendito de Ramadán” (Primera Parte)

Recopilación de súplicas del Imam As-Sayyad (P) para la despedida del mes de Ramadán extraídas del As-Sahifa al-Kamilah as-Sayyadiiah.
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Friday 05 de Apr.
“Súplicas del Imam As-Sayyad (P) para la Despedida del mes Bendito de Ramadán” (Primera Parte)

Una recopilación de súplicas del Imam As-Sayyad (P) para la despedida del mes de Ramadán extraídas del As-Sahifa al-Kamilah as-Sayyadiiah.

1. ¡Oh, Dios! ¡Oh, Aquel que no desea retribución alguna!

2. ¡Oh, Aquel que no se arrepiente ante el otorgamiento!

3. ¡Oh, Aquel que no recompensa a Su siervo con la equiparación sino con algo mayor de lo que trae!

4. Tu gracia es un principio que Tú has comenzado; Tu dispensa es una merced; Tu castigo es justicia, y Tú decreto, una elección para lo mejor.

5. Si Tú otorgas, no manchas Tu dádiva echándolo en cara y si Tú niegas, su impedimento no surge de la injusticia.

6. Tú exhibes gratitud hacia aquel que Te agradece, en tanto que Tú Mismo le has inspirado el agradecimiento hacia Ti.

7. Tú recompensas a aquel que Te alaba, mientras que Tú le has enseñado Tu alabanza.

8. Tú cubres a aquel que de haberlo deseado, lo habrías descubierto, y Tú eres generoso con aquel que de haberlo deseado lo habrías rehusado. Ambos son dignos de Tu desprotección y Tu rechazo, pero Tú has fundado Tus actos en una merced gratuita y has encauzado Tu poder en la tolerancia.

9. Recibiendo con clemencia a aquel que Te ha desobedecido, y concediéndole un plazo a aquel que pretendió tratarse con injusticia a sí mismo. Les has otorgado un plazo para que retornen hacia Ti, dejando de lado su castigo para dar lugar a su arrepentimiento, de tal forma que aquel que está aniquilado de entre ellos, no perezca por Tu causa, ni el perverso pueda ser desdichado a causa de Tu merced, sino que, por el contrario, por Tu prolongada excusa sobre él y los sucesivos argumentos en su contra, todo esto como acto de Tu generosidad, y Tu Perdón ¡oh Generoso!, y como fruto del beneficio del jardín de Tu amabilidad, ¡oh, Clementísimo!.

10. Tú has abierto para Tus siervos una puerta hacia Tu dispensa la cual has denominado “arrepentimiento”. Y has colocado sobre esa puerta una guía de Tu revelación, para que no se extravíen de ella. Tú has dicho (Benditos sean Tus nombres):

¡Arrepentios hacia Dios con un arrepentimiento sincero! Quizás vuestro Señor absuelva vuestras malas obras y os admita en jardines bajo los cuales fluyen arroyos.

11. El Día cuando Dios no degradará a Su Profeta ni a los creyentes. Su luz correrá delante de ellos y a su derecha. Y ellos exclamarán: ¡Oh, Señor nuestro! ¡Completa para nosotros nuestra luz y perdónanos! porque ciertamente Tú eres poderosísimo sobre todas las cosas» . ¿Y cuál es la excusa de aquel que permanece desatento de ingresar en aquella casa después de haberse abierto la puerta, y presentado el argumento?.

12. Tú eres Quien ha aumentado el otorgamiento de parte Tuya para ventaja de Tus siervos, deseando su beneficio en valor de su transacción Contigo, su triunfo a través de la llegada a Ti y su ganancia proveniente de Ti. Y Tú has dicho bendito sea Tu nombre, sublimado y exaltado seas. «Aquel que traiga una buena acción obtendrá diez veces su equivalencia, y aquel que traiga una mala acción, sólo recibirá algo similar».

13. Y también Tú has dicho: «El ejemplo de aquellos que gastan su hacienda en el Camino de Dios es similar a un grano de trigo que germina dando siete espigas, cada una de las cuales contiene cien granos. De esta manera Dios multiplica Su recompensa para quien Él quiere» . Y Tú has dicho: «Quien le haga a Dios un buen préstamo, ÉL lo multiplicará varias veces». Y Tú has revelado en el Corán versículos similares acerca de la multiplicación de las buenas obras.

14. Tú eres Quien ha encaminado a Tus siervos a través de Tu palabra, desde Tu ocultamiento, y Tu incentivo en el cual existe la fortuna y sus porciones y al cual si Tú lo hubieras ocultado para ellos, sus ojos nunca lo habrían percibido, sus oídos jamás lo hubieran captado y sus imaginaciones nunca lo habrían podido concebir. Por eso has dicho: «Recordadme y os recordaré. Y agradecedme y no seáis ingratos Conmigo» . Y has dicho: «Si sois agradecidos, por cierto que he de incrementar los Favores. Pero si sois desagradecidos, en verdad que Mi castigo ha de ser severo».

15. Y Tú has dicho también: «¡Suplicadme que os responderé! Ciertamente que aquellos de vosotros que sean orgullosos en Mi adoración, entrarán humillados en la Gehena» . Aquí, Tú has llamado a la súplica a Ti “adoración” y a su eludimiento, “orgullo”. Y has conminado declarando que refrenarse de la súplica produce el ingreso en la Gehena en completa abyección.

16. Por lo tanto, ellos Te recuerdan por Tu bondad, Te agradecen por Tu generosidad, Te suplican por Tu orden y donan por Ti sus bienes pidiendo Tu incremento. En todo esto está su salvación de Tu ira y su triunfo a través de Tu complacencia.

17. Si cualquier criatura se hubiera dirigido a otra de la manera en que Tú lo has hecho hacia Tus siervos, ella sería descrita por su beneficencia, calificada por su bondad y elogiada por todas las lenguas. Así que únicamente a Ti pertenece la alabanza en tanto se encuentre una forma de alabarte y mientras queden palabras con las que puedas ser alabado y significados que puedanser empleados en Tu alabanza.

18. ¡Oh, Quien otorga a Sus siervos la beneficencia y generosidad, inundándolos con la bondad y merced! ¡Cuánto se ha esparcido Tu favor sobre nosotros! ¡Cuánto se ha prodigado Tu benevolencia para con nosotros! ¡Y cuánto se ha particularizado Tu bondad para nosotros!

19. Tú nos has guiado hacia Tu religión, la cual has escogido; a Tu credo, con el cual estás complacido; y a Tu camino, el cual has allanado para Tus siervos, mostrándonos la proximidad a Ti y la llegada a Tu generosidad.

20. ¡Oh, Dios! Nos has establecido el mes de Ramadán entre los elegidos de aquellos deberes y las más especiales de aquellas obligaciones, el cual has destacado sobre otros meses, has elegido sobre todos los demás períodos y eras, y lo has preferido sobre otras épocas del año a través de haber revelado en él el Corán y la luz de la fe que Tú has multiplicado en él, el uno que Tú has hecho obligatorio en él, la permanencia en plegaria (o vigilia) que Tú has incentivado en su tiempo, y la Noche del Decreto, la cual has magnificado en él, una Noche «que es mejor que mil meses».

21. Luego a través de él Tú nos has preferido sobre las demás comunidades, y a través de sus virtudes nos has escogido con exclusión de la gente de otros credos. Nosotros ayunamos por Tu orden durante la luz de su día, y permanecemos en vigilia con Tu ayuda durante su noche, presentándonos con su ayuno y su vigilia a la misericordia que Tú has expuesto ante nosotros. A través de él buscamos los motivos para Tu recompensa. Tú estás colmado de aquello que se busca de Ti, eres munificente con lo que es pedido de Tu generosidad y estás cerca de aquel que trata de llegar hacia Tu cercanía.

22. Este mes permaneció entre nosotros en un lugar de continua alabanza. Nos acompañó con la compañía de quien es piadoso y nos benefició con la más excelente de las ganancias de las criaturas del mundo. Luego se separó de nosotros en el final de su tiempo, en la finalización de su término, en la culminación de su medida.

23. Entonces nos despedimos de él como lo hacemos de aquel cuya partida nos duele, cuya marcha nos llena de tristeza y soledad, y a quien debemos un pacto protegido, una inviolabilidad considerada y un derecho cumplido. Entonces nosotros decimos: La Paz sea contigo, ¡oh, el gran mes de Dios (superior a los demás meses), oh, fiesta para Sus amigos!

24. La Paz sea contigo, ¡oh, el más noble de los meses que acompañan, el mejor de los meses en días y horas!

25. La Paz sea contigo, ¡oh, mes en el cual las esperanzas están cerca y las obras se esparcen! (y son abundantes).

26. La Paz sea contigo, que eres un amigo de gran valor cuando apareces y tu desaparición y ausencia son dolorosas y tristes cuando te pierdes, ¡oh esperado cuya separación nos duele!.

27. La Paz sea contigo, oh compañero que trae placer en su llegada poniéndonos felices (con su vista) y que nos deja en la soledad cuando se marcha, dejándonos angustia.

28. La Paz sea contigo, vecino en el cual los corazones se ablandaron y los pecados se disminuyeron.


Continuara…

 

ABNA


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