Una flotilla de tres barcos con unas 5000 toneladas de alimentos, agua potable y ayuda médica partirá de Turquía para llevar la tan necesaria ayuda humanitaria a Gaza.
La llamada “Coalición Internacional de la Flotilla de la Libertad”, encabezada por la fundación turca IHH Humanitarian Relief Foundation, tiene previsto zarpar en los próximos días del puerto occidental de Tuzla, ubicado cerca de Estambul, rumbo al bloqueado enclave costero palestino, devastado por guerra.
Se trata de un intento de romper un cerco total —aéreo, marítimo y terrestre— impuesto por el régimen de Israel a la Franja desde el pasado 7 de octubre, cuando el régimen ocupante inició una mortífera embestida que ha causado la muerte de más de 34 000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños y ha causado más de 76 900 heridos.
Aproximadamente 1000 profesionales, entre ellos médicos, abogados y académicos, se unirán a la Flotilla de la Libertad, con la esperanza de llegar pronto al enclave, a pesar de las amenazas de Israel.
Los organizadores dijeron el viernes que están esperando el permiso de las autoridades turcas para empezar la travesía, y agregaron que habían notificado antes al Gobierno turco, a las Naciones Unidas y a otras instituciones internacionales sobre la misión. Sin embargo, aún no se ha fijado una fecha exacta para el inicio de la misión.
Activistas de 12 grupos de derechos humanos de varios países, incluidos Alemania, España, Canadá, Noruega, Malasia, Palestina, Argentina, y Sudáfrica, junto con periodistas de diferentes nacionalidades, participan en la misión humanitaria.
“La Flotilla de la Libertad de Gaza está compuesta por civiles desarmados que están aquí en una misión pacífica para desafiar el bloqueo israelí de Gaza y entregar asistencia humanitaria tal como lo solicitó la Corte Internacional de Justicia [CIJ]”, explicó Ann Wright, coronel retirada del Ejército estadounidense y exdiplomática.
Sobre un eventual ataque israelí a las embarcaciones, aseveró Wright a la agencia de noticias turca Anadolu, que Israel tiene un negro historial al respecto, precisando que otro error de este tipo por parte de la entidad sionista podría poner en peligro su propia seguridad.
Dylan Saba, un escritor y abogado estadounidense que planea viajar con la flotilla, puso de relieve que participará en la misión humanitaria porque “existe la obligación de que los ciudadanos del mundo actúen allí donde los gobiernos han fallado”.
Los bombardeos indiscriminados de Israel que han destruido la mayoría de las infraestructurales críticas de Gaza, incluidos los centros sanitarios y sistemas de abastecimiento de agua, sumados a las férreas restricciones impuestas a la entrada de ayuda y alimentos han creado una grave catástrofe humanitaria y llevado a la población, sobre todo en el norte de la Franja, al borde de hambruna.
En 2010, una misión similar que transportaban a más de 600 activistas de más de 30 países llamó la atención mundial después de que una mortífera embestida israelí a una flotilla con seis barcos, entre ellos el turco Mavi Marmara, matara a 10 personas y desató una crisis diplomática entre Turquía e Israel.