¿Cuál es la isla cuatro veces Patrimonio de la Humanidad?

¿Cuál es la isla cuatro veces Patrimonio de la Humanidad?

AnnurTV
Thursday 07 de Jul.
Eivissa ya ha alcanzado la categoría de paraíso terrenal, y como tal, posee unos atractivos que son conocidos en todo el planeta. Cualquier persona desea pasar unos días en las calas ibicencas, donde solo hay dos preocupaciones: darse el protector solar, y después dedicarse a combinar hedonismo y relax a orillas de ese mar, hasta que llegue el momento del atardecer. Es obligado maravillarse con los espectaculares ocasos que ofrece la mayor de las Pitiusas. Cada día el cielo se incendia mientras el sol se hunde en el mar, y esa es la señal para otro de los reclamos mundiales de Ibiza: sus noches. En ciertas zonas de la isla se concentran algunas de las mejores discotecas europeas, adonde acuden gentes de todo el globo, entre ellas los dj?s más prestigiosos del momento, que hacen que la noches ibicencas sean míticas. Todavía quedarían más atractivos por citar, como la atmósfera de tolerancia que envuelve a la isla, o su exquisita gastronomía que plasma la particular mezcla de tradición y modernidad que hay en cada rincón de esta zona de las Baleares. En fin, todo esto es suficiente invitación para pasar unas vacaciones en Ibiza. Pues bien, aún hay más. A escasa distancia se concentran cuatro elementos que la UNESCO ha incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad. Hablamos del yacimiento fenicio de Sa Caleta, la necrópolis de Puig des Molins, el casco histórico de Dalt Vila y las extensas praderas de Posidonia oceánica que viven en las aguas ibicencas.

Yacimiento de Sa Caleta

Arqueología Este yacimiento arqueológico se encuentra al sur de la isla, en el municipio de Sant Josep de sa Talaia, y conocerlo supone descubrir a los primeros pobladores de Ibiza, los fenicios, que llegaron aquí hacia el siglo VIII-VII a. C. Hay que saber que los fenicios eran originarios del otro extremo del Mediterráneo, de tierras que son el actual Líbano. Realmente es de admirar que en aquellos tiempos, con los medios disponibles, los hombres se lanzasen al mar para navegar miles de millas y llegar a lugares desconocidos con los que comerciar. Por esa misma razón la UNESCO consideró en 1999 que el poblado de Sa Caleta merecía ser Patrimonio Mundial al ser ?un testimonio excepcional de la urbanización y la vida social de las colonias fenicias en el Mediterráneo Occidental?.

Necrópolis de Puig des Molins

Necro Si Sa Caleta nos habla de cómo vivían los fenicios en Eivissa, en Puig des Molins, vemos como morían. Este lugar comenzó a usarse como necrópolis en tiempos de los primeros pobladores, y un siglo después cuando llegaron los cartagineses, ahora procedentes del norte de África, se mantuvo como cementerio. Es decir, estamos ante una necrópolis fenicio-púnica compuesta por unas 3.000 tumbas excavadas en el subsuelo o hipogeos. Unos enterramientos donde no solo han aparecido restos humanos, sino que se halló abundante ajuar funerario en forma de objetos variados, desde armas hasta monedas, cerámica o imágenes religiosas. Todo ello se muestra en el museo anexo al yacimiento, donde hay piezas tan impactantes como un gran sarcófago de plomo o un hermoso busto de Tanit, diosa de la fertilidad.

Dalt Vila

Vila A escasa distancia de la necrópolis de Eivissa, se encuentra su acrópolis: la Dalt Vila. La vieja ciudad elevada sobre el puerto. Un núcleo antiguo al que se accede tras atravesar las puertas del gran amurallamiento renacentista que lo rodea y protege. Es el gran conjunto monumental de la isla, una zona por la que hay que perderse, lo cual no es difícil. Es parte de su encanto. Guiándose por la intuición en ese laberinto de calles uno se topa con casonas aristocráticas y otras mucho más humildes, hoteles que ocultan todo su lujo tras sencillas fachadas encaladas o centros culturales y turísticos como el Museo Puget o el centro de interpretación de Madina Yabisa que muestra el pasado musulmán del lugar. Todo eso hasta llegar a la parte más alta donde se eleva la pétrea Catedral de Eivissa, cuyo campanario es un emblema del perfil de la Dalt Vila. Una imagen que da una imponente bienvenida a los afortunados que atracan sus embarcaciones en el puerto de La Marina, situado a sus pies.

La Posidonia Océanica

árbol

Lo nombrado hasta ahora tiene un marcado carácter histórico, y sobre todo terrestre. Sin embargo, el cuarto de los elementos de Eivissa declarado Patrimonio de la Humanidad es bien diferente. Se encuentra en el mar, está vivo y su presencia es muy importante, incluso para aquellos que jamás viajarán a Eivissa. Estamos hablando de las grandes praderas de Posidonia océanica que rodean la isla y que aquí se extienden como en ningún otro lugar del Mediterráneo. Esta planta marina no solo es refugio y alimento para un sinfín de fauna acuática. Además frena la erosión de la costa y es la principal responsable de la extraordinaria calidad de las aguas en cualquier cala de la isla. Pero además de eso, la Posidonia oceánica es el verdadero pulmón del mar, y también de la tierra. Se sabe que estas plantas acuáticas emiten más oxígeno a la atmósfera que los bosques terrestres. Por ello es imprescindible su conservación. Y ese es el principal motivo por el que la UNESCO pensó que debían ser preservadas para las futuras generaciones. Fuente: http://bit.ly/1PVZPTk

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