"Hasta este momento, hay 26 vidas que se han perdido. No sabemos si ese balance se agravará o no", confirmó el gobernador de Texas.

El autor de la masacre fue identificado por las autoridades como David Patrick Kelley. Él mató a 26 personas de entre 5 y 72 años años de edad en una iglesia bautista en Sutherlands Springs, una localidad de unos 400 habitantes de Texas. A pesar de tener antecedentes penales, Kelley poseía un rifle semiautomático que utilizó para la matanza.

Medios estadounidenses reportaron que Kelly fue dado de baja de la fuerza aérea de Estados Unidos en 2014 tras haber sido juzgado en un tribunal militar por agredir a su esposa e hijo.

El terrorista fue encontrado muerto en un coche en un condado vecino de Guadalupe, a ocho millas de la iglesia baptista, por heridas de bala. No se sabe si murió por un disparo recibido de agentes o de un vecino o si se suicidó tras cometer la masacre. 

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se pronunció desde Japón donde se encuentra realizando una gira, y expresó: "Que Dios esté con el pueblo de Sutherland Springs, Texas. El FBI y las agencias de la ley están sobre el terreno. Estoy siguiendo la situación desde Japón", escribió en su cuenta de Twitter. 

 ​Nuevamente, la gran mayoría de los medios no calificaron este lamentable hecho como un atentado terrorista, sino como un simple ataque. Al parecer sólo se tilda como acto de terrorismo al cometido por un árabe y/o musulman.