El Papa Francisco pidió no cambiar el status quo de Jerusalén para evitar nuevos elementos de tensión en un panorama mundial ya convulsionado, luego de que se conociera la decisión de Estados Unidos de reconocer a la ciudad como capital de Israel.

"Mi pensamiento está ahora con Jerusalén. En este sentido, no puedo mantener mi profunda preocupación por la situación que ha surgido en los últimos días y, al mismo tiempo, dirigir un sincero llamado para garantizar que todos se comprometan a respetar el status quo de la ciudad, de conformidad con las pertinentes resoluciones de las Naciones Unidas", planteó el pontífice durante la audiencia general de este miércoles.

"Jerusalén es una ciudad única, sagrada para los judíos, cristianos y musulmanes, que en ella veneran los lugares santos de las respectivas religiones, y tiene una vocación especial por la paz", remarcó Francisco durante su catequésis semanal en el Aula Pablo VI.

Fuente: Télam