Por el Sheij Abdulkarim Paz (Teólogo)

La falsa bandera en estas cuestiones hace mucho que esta instalada. Hubo intención (más allá de la violencia usurera del ajuste con sus agentes políticos) de romper la millonaria (decenas de miles decían algunos sinvergüenzas) manifestación con agresión orquestada para dispersar a la multitud y para que no siguiese agrandándose por la salida de los trabajadores de sus trabajos.

Saben que si no rompen, millones como un mar incesante se irán uniendo, y por ello tienen que asustar, los entrenan para eso. Los medios acompañan diciendo, como Graciela Fernández Meijide, que "Cristina organizó a los provocadores". Sus imágenes siempre son del pueblo, sean infiltrados atacando o pueblo verdadero resistiendo y respondiendo.

Y siguen llenándose las bocazas para ganarse sus rupias miserables asustando y desviando el tema central de la violencia institucionalizada con la OTAN merodeando cada vez más adentro.

También hay violentos en las filas del pueblo, infiltrados y no infiltrados. Quienes atacan y quienes se defienden, todo mezclado. Me sorprende quienes dicen que la violencia empezó de los manifestantes como quienes dicen que todos los policías, gendarmes o militares son los agresores. 

Sí, defienden a los ricos, de eso no hay duda, son parte de un sistema dominado por los ricos usureros. Hay que rescatarlos. No a los piedrazos. También hay asesinos y verdugos que no se los puede rescatar más que enfrentándolos.

Hay que volver al mensaje del profeta y los guías, que nunca comenzaron una guerra pero si se movilizaron contra la injusticia, lucharon contra la opresión de los poderosos y se defendieron contra las agresiones.

Sheij Abdulkarim Paz.