Muy querido por el pueblo romano, su gobierno estuvo marcado por los conflictos militares en Asia contra los partos y en Germania superior contra las tribus asentadas a lo largo del Limes Germanicus (la frontera del Imperio). Además, durante su reinado tuvo que hacer frente a una revuelta en las provincias del Este liderada por Avidio Casio, revuelta que aplastó. Pese a todo ello, se considera que la época de Marco Aurelio fue una de las de mayor prosperidad y paz en la existencia del Imperio y la última etapa de la Pax romana; su hijo y sucesor, Cómodo, fue por el contrario un déspota ególatra y neurótico.

Pero Marco Aurelio ha pasado a la Historia, sobre todo, como el autor de las Meditaciones, una obra escrita en griego helenístico durante las campañas militares de la década de 170. Publicado por primera vez en Suiza en 1558, es uno de los grandes clásicos de la literatura y del pensamiento estoico de raíz bética cordobesa (Séneca, Lucano). Los estudiosos la consideran un monumento al gobierno perfecto al servicio del deber, así como un texto de factura exquisita.