Tres miembros de una milicia de Kansas con odio hacia los inmigrantes musulmanes han sido declarados culpables de conspirar para volar una mezquita y comenzar una matanza en un complejo de apartamentos que alberga a refugiados somalíes para “despertar a la gente”.

Un jurado federal en Wichita condenó a Patrick Stein, Gavin Wright y Curtis Allen por cargos de conspiración para usar un arma de destrucción masiva y conspiración contra los derechos civiles.

Wright también fue declarado culpable de mentirle al FBI. Los hombres, que se declararon inocentes, se enfrentan a cadena perpetua cuando sean condenados el 27 de junio.

Su trama se desarrolló en un contexto de retórica antiinmigrante y antimusulmana cuando la campaña presidencial de Donald Trump se intensificó antes de las elecciones de noviembre de 2016.

Según los fiscales, el grupo decidió detonar vehículos llenos de explosivos en las esquinas de un complejo de apartamentos con muchos residentes somalíes.

Después de recibir información de un informante pagado, otro miembro de la milicia cuyas grabaciones encubiertas se escucharon en la corte, el FBI inició una investigación nacional de terrorismo de meses de duración de grupos de milicianos conocidos como la Fuerza de Seguridad de Kansas y los Cruzados.

En conversaciones telefónicas y reuniones en la ciudad de Liberal, dijeron las autoridades, los acusados ​​se referían a los musulmanes como “cucarachas” y denigraban a las mujeres somalíes.

Planearon destruir el complejo en Garden City, un lugar con 27,000 habitantes a unos 210 kilómetros al oeste de Wichita que una vez fue considerado como un faro para la diversidad étnica en el medio oeste rural debido a la afluencia de inmigrantes que trabajaban en una planta empacadora de carne.

“Su objetivo final era despertar a la gente y masacrar a cada hombre, mujer y niño durante una matanza en el edificio”, dijo el ayudante fiscal de Estados Unidos Anthony Mattivi en su argumento final en la corte federal en Wichita el martes.

Las autoridades dijeron que el bombardeo debía haber sido programado para el día después de las elecciones porque los conspiradores temían que un ataque antes de la votación aumentaría la participación de la opositora demócrata de Trump, Hillary Clinton.