Esta decisión se enmarca en la crisis de espacio que padecen los cementerios de la ciudad, que podrían acabar completamente llenos en un plazo de 20 años.

Kazi Ali, líder musulmán y máximo responsable de los enterramientos de la comunidad en el cementerio de Kemps Creek, ha valorado el gesto como "un noble gesto que ha alcanzado los corazones de todos los musulmanes de Australia". 

Siguiendo la tradición, las tumbas de los musulmanes serán rematadas con una palmera. "Creemos que, cuando llega la lluvia, el agua acaba en el corazón del fallecido", explica Alí al 'Sydney Morning Herald'. 

Gran parte de la culpa por la falta de espacios se achaca a los consejos locales. El director ejecutivo de los cementerios católicos, Peter O'Meara, ha calificado de "estupidez" la incapacidad de estas plataformas para ampliar la capacidad de los cementerios. 

"Tengo tierra suficiente para resolver el problema para los judíos, los musulmanes y los cristianos. Pero estamos atrapados en este bucle temporal con los gobiernos locales. Estoy cansado de esperar que el gobierno local nos dé luz verde para hacer estos desarrollos. Hemos sido propietarios de tierras desde 2013, y aquí estamos cinco años más tarde, no más cerca del punto de aprobación real", ha lamentado. 

Europapress