Arrancó el Mundial de Fútbol y con ello una cantidad de elementos políticos, económicos, geopolíticos, que no se toman en cuenta a la hora de mirar en profundidad ese evento del espectáculo global.
En este caso, Yugoslavia, el primer país destruido por una "intervención humanitaria", fue víctima de boicots, guerras fabricadas y bloqueos financieros no sólo a su población sino a su deporte, en medio de las tensiones europeas de la Guerra Fría en el siglo XX. La presente nota nos recuerda la tragedia yugoslava a la vez que nos invita a repensar el fútbol contemporáneo y a imaginar qué hubiera sido de este país, a nivel deportivo, si la OTAN no hubiera hecho lo que hizo.
Hagamos un ejercicio de ciencia ficción. Tomando en cuenta que Croacia y Serbia, dos selecciones mundialistas, ganaron su primer partido en esta Copa Mundial de Fútbol Rusia 2018, podemos perfilar qué hubiera sucedido si Yugoslavia no la hubieran desintegrado: se hubiese concretado un equipazo de figuras individuales que podrían plantar cara a cualquier candidato a ganar el torneo.
Recordemos que Yugoslavia fue desmantelada, con la "intervención humanitaria" de la OTAN como punto de inflexión, por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial bajo el liderazgo occidental de Alemania y Estados Unidos. Ese país era el último remanente del socialismo europeo, con una política fuera del radio de decisiones de la URSS y China en su momento.
Con la balcanización de Yugoslavia nacieron pequeñas repúblicas, incluida la República de Kosovo, donde se encuentra instalada la segunda base más grande de Estados Unidos en Europa. Con ella, la selección yugoslava de fútbol dejó de existir y nacieron otras.
¿Podría haber dominado, hoy, la selección yugoslava? Veamos un 11 ideal, con el popularizado sistema 4-3-3 (ó 4-3-1-2), conformado por jugadores de las selecciones de Bosnia-Herzegovina, Eslovenia, Serbia, Croacia, Macedonia y Montenegro.
Jan Oblak sería el arquero titular. Indiscutible su calidad y eficacia entre los tres palos (encajó sólo 28 goles en 49 partidos esta temporada 2017/18), el esloveno del Atlético Madrid tendría como suplente a Amir Begovic.
Aleksandar Kolarov, por el lateral izquierdo, sería el capitán así como funge en Serbia. Autor de un golazo de tiro libre ante Costa Rica en este Mundial 2018, daría rienda suelta a su recorrido por la banda y seguramente lideraría a la selección yugoslava.
Dejan Lovren sería uno de los zagueros centrales. El croata de Liverpool se gana el puesto a punta de constancia y solidez.
Stefan Savic, de Montenegro, terminaría de conformar la dupla de defensas centrales. Aunque no tiene regularidad en Atlético Madrid (Godín y Giménez son indispensables), sabemos que ofrece garantías.
Branislav Ivanovic ocuparía el lateral derecho. De gran recorrido, el ex Chelsea da al equipo experiencia, energía y efectividad defensiva y ofensiva, a la hora de subir como un winger más.
Ivan Rakitic jugaría de mediocampista central, entre el pivote defensivo y el 10. Brilla en su selección y es pieza fundamental en FC Barcelona. Técnica, visión de juego, defensa y pase seguro: lo que garantiza el croata.
Nemanja Matic es el mediocentro defensivo que todos queremos en nuestro equipo. El serbio juega en Manchester United y no da balón por perdido. Además, sabe cuidar y distribuir la esférica con confianza.
Sergej Milinkovic-Savic tendría, en este equipo, soltura ofensiva para crear posibilidades de abrir la cancha o lanzarse la vertical en busca del arco, jugando por la izquierda. El serbio está dejando de ser promesa para convertirse en una realidad.
Luka Modric jugaría de 10 puro, en el eje central entre los mediocampistas y los atacantes. Su calidad y seguridad a la hora de ofrecer el pase lo hacen meritorio de comandar la ofensiva.
Miralem Pjanic puede jugar por la derecha, con el desborde como máxima. El bosnio tiene la velocidad y el regate para intentar darle balones a sus delanteros, sobre todo al 9 de referencia, además de asociarse con sus demás compañeros del mediocampo.
Mario Mandzukic es un todo-terreno, que asegura gol y trabajo entre los centrales rivales. El croata puede facilitar juego a sus compañeros, bajar balones a los mediocentros que suban a rematar al arco y abrir los espacios necesarios como principal pivote ofensivo.
Con este 11 hipotético podría llegar lejos. Porque además tendría en el banco a Dzeko, Jovetic, Perisic, Subotic, Srna, todos buenos revulsivos para lograr una victoria en casos extremos. Equipazo por donde lo veas, otra manera de ver por dónde pasa la tragedia yugoslava en el marco del Mundial de fútbol.