Ha aumentado un 55 por ciento el número de inmigrantes que ha muerto en la frontera entre EE.UU. y México debido a las altas temperaturas.
El portavoz de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, Salvador Zamora, confirmó el lunes que la cifra de muertos por el calor —principal causa de la muerte de inmigrantes en la frontera sur de EE.UU.—, ha ascendido a 48 durante los últimos nueve meses.
El funcionario agregó que en el mismo periodo de tiempo en 2017 se registraron 31 casos y advirtió de que las muertes relacionadas con el calor superan las habidas el año pasado. Además, confirmó un aumento del 12 por ciento en el número de detenciones de inmigrantes realizadas este año respecto al anterior.
“Los migrantes y los niños no acompañados son muy vulnerables”, señaló en relación con la política de ‘tolerancia cero’ de la Administración del presidente norteamericano Donald Trump, que ha provocado la separación de los niños de sus padresen la frontera.
Organizaciones no gubernamentales (ONG) que operan en la zona atribuyen el aumento de las muertes al incremento de las medidas de seguridad, producido en el marco de la estrategia ‘tolerancia cero’, por lo que los refugiados se ven obligados a recorrer largas caminatas a través de zonas remotas y terrenos hostiles.
“Hemos visto personas que cruzan en áreas más peligrosas, por lo que a pesar de que hay menos individuos cruzando, hay más gente muriendo”, alerta Enrique Morones, fundador de un grupo de voluntarios que trabajan en la zona.
Los inmigrantes de Guatemala, Honduras y El Salvador encabezan ahora la lista de personas detenidas en la frontera: habrían abandonado sus países de origen en un intento por huir de la violencia ligada principalmente a pandillas y grupos criminales.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha registrado un aumento de las muertes de los inmigrantes durante los últimos cuatro años, con un total de 415 en el 2017.