La CIDH y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) condenaron los crecientes asesinatos de activistas e integrantes de organizaciones indígenas y campesinas de Guatemala.
La CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) y la Acnudh señalaron en un comunicado conjunto que "expresan su preocupación ante la situación de riesgo en la que se encuentran las y los defensores de derechos humanos y el incremento de hechos de violencia y ataques en su contra".
En el texto de prensa, los organismos enumeran las últimas muertes de defensores de derechos humanos y miembros de organizaciones indígenas y campesinas.
El 9 de mayo pasado, Luis Arturo Marroquín, líder del Comité de Desarrollo Campesino (Codeca) y defensor del desarrollo rural de los pueblos indígenas y de los campesinos, fue asesinado en el departamento de Jalapa (sureste).
Al día siguiente, el 10 de mayo, José Can Xol, líder del Comité Campesino del Altiplano (CCDA) y autoridad ancestral, fue asesinado en el departamento de Alta Verapaz (centro-norte).
Tres días después, en ese mismo departamento, el 13 de mayo, fue asesinado Mateo Chamán Paau, también defensor e integrante de CCDA y el 1 de este mes falleció Ramón Choc otro defensor de CCDA, después de un ataque con arma blanca del que resultó con lesiones graves.
El comunicado agrega que el 4 de junio fueron asesinados Alejandro Hernández y Florencio Nájera, dos líderes de Codeca en Jutiapa (sureste), y el 8 de junio Francisco Munguía en Jalapa, los tres por ataques con machete.
Estos asesinatos se suman a los de otros tres defensores de derechos humanos y dos periodistas desde comienzos de este año.
"Tal como lo señaló la CIDH en su informe "Situación de derechos humanos en Guatemala de 2017", las cifras de ataques a personas defensoras de los derechos de los pueblos indígenas en Guatemala estarían en aumento en los últimos años", añade el comunicado.
La CIDH y la Acnudh afirman que confían en que el Estado guatemalteco investigará estos asesinatos de "manera urgente, exhaustiva y objetiva" y que, posteriormente, se avance en "el juzgamiento y sanción de los responsables materiales e intelectuales".
Tres de cada cuatro asesinatos de defensores de derechos humanos que se cometieron en 2016 en todo el mundo corresponden al continente americano y, por esa causa, la ONU y la CIDH lanzaron en octubre pasado en Montevideo un plan conjunto para proteger a estos activistas.
El Mecanismo de Acciones Conjuntas para Contribuir a la Protección de las Personas Defensoras de los Derechos Humanos en las Américas se lanzó en la sede de la cancillería de Uruguay y contó con la presencia del alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Hussein, y del presidente de la CIDH, Francisco José Eguiguren, entre otras autoridades.