El veto migratorio, los discursos cargados de islamofobia y los ataques racistas: los musulmanes en EE.UU. se encuentran bajo asedio de las autoridades.
Este grupo de líderes musulmanes estadounidenses acude a esta conferencia. Los rostros de preocupación y el temor; así como las emociones ante la injusticia surgen entre los asistentes. Al fin y al cabo, los seguidores del Islam, son uno de los segmentos demográficos más odiados por el Gobierno de Donald Trump.
Antes de ser electo, Trump y sus asesores se preguntaban cómo podrían deshacerse de los musulmanes. La respuesta llegó en la forma de 3 versiones de vetos migratorios bajo el justificativo de la seguridad nacional. Todo ello con la venia de la Corte Suprema y en medio de una crisis humanitaria-migratoria que pone en entredicho a la actual administración.
La tercera versión del veto migratorio musulmán de Donald Trump entró en efecto a principios de Diciembre de 2017. Desde aquel entonces, y ahora con el fallo de la Corte Suprema, miles de familias e individuos se han visto en una caótica situación; un limbo migratorio en donde son obligados a abandonar sus sueños, sus empleos, educación, y en el peor de los casos, a separarse de sus familias.
Y es que hoy por hoy, ser musulmán en Estados Unidos es sinónimo de escrutinio y acoso en todos los aspectos de la vida cotidiana. Todo aquel que pertenece a una minoría étnica o religiosa es blanco del actual sistema de exclusión social y sus agencias militarizadas de control ciudadano.
Marcelo Sánchez, Miami