El relator de la ONU sobre pobreza extrema y derechos humanos, Philip Alston, respondió el viernes críticas previas de la embajadora de EEUU, Nikki Haley, quien calificó de “engañoso” y “políticamente parcializado” un informe según el cual los estadounidenses que nacen pobres tienen hoy más posibilidades de seguir así.
El informe del relator concluye que “Estados Unidos, una de las naciones más ricas del mundo, se está convirtiendo rápidamente en un defensor de la desigualdad”, y señala, entre otros datos, que ese país tiene actualmente la tasa de mortalidad más alta entre 20 naciones ricas, y una de las tasas más altas de pobreza infantil en el mundo desarrollado, 21%.
En Estados Unidos, indica el documento, viven 41 millones de personas en la pobreza, 18.5 millones de ellas en la pobreza extrema, y uno de cada tres pobres es un niño.
La administración Trump reaccionó airadamente al informe y señaló que la ONU debería centrarse en la pobreza en el Tercer Mundo. Su embajadora ante el organismo, Nikki Haley, afirmó que es “obviamente ridículo que las Naciones Unidas examinen la pobreza en Estados Unidos”.
Para Haley, el informe -emitido inicialmente en mayo-, es “engañoso, redactado por motivos políticos, contra el país más rico y más libre del mundo”. Según la diplomática, “en nuestro país todo el mundo, comenzando por el presidente, está involucrado en combatir la pobreza”.
Las afirmaciones de Haley aparecen en una carta que envió a varios políticos y que fue publicada en The Washington Post.
Su carta respondía a una enviada por el senador Bernie Sanders y otros políticos, quienes piden que la administración tome “medidas para reducir los vergonzosos niveles de pobreza en todo el país” y señalan que los recortes de impuestos de 1.5 billones de dólares del gobierno de Trump “beneficiaron de forma abrumadora a los ricos y empeoraron la desigualdad”.
Haley llegó a acusar al relator de la ONU de “gastar el dinero de la organización” llevando a cabo una investigación de seis meses sobre la pobreza y la desigualdad en Estados Unidos.
Este viernes, al presentar el informe en la sede del Consejo de Derechos Humanos, en Ginebra, Alston replicó a la embajadora Haley que “cuando uno de los países más ricos hace tan poco por los 40 millones de sus ciudadanos que viven en la pobreza, es completamente apropiado que esté bajo escrutinio”.
Los “masivos recortes de impuestos” promovidos por Trump “beneficiarán abrumadoramente a los ricos”, mientras que otras políticas seguidas por su administración estigmatizarán y castigarán a millones de estadounidenses de bajos ingresos, señaló.
En la mañana del viernes, la silla que habitualmente usaba la representación de EEUU en el Consejo fue retirada de la cámara, luego de la decisión de Washington de abandonar su membresía el martes último.
Estados Unidos es el único país que ha dejado el Consejo de Derechos Humanos desde que fue fundado, en 2006.
De esa forma, el informe sobre pobreza ha sido presentado oficialmente dos días después de que Estados Unidos se retirara del Consejo, lo que sucedió, además, el día siguiente a que la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU calificara la separación de los niños de sus padres migrantes como “inadmisible”.
El grupo de expertos de la ONU que elaboró el informe, liderado por Alston, un profesor de leyes y derechos humanos de la Universidad de Nueva York, viajó por Puerto Rico, Washington DC, Alabama, California, Georgia, Virginia Occidental y otros estados norteamericanos.