Aumenta la pobreza en Argentina y el mismo Macri admite que la situación empeorará.

Aumenta la pobreza en Argentina y el mismo Macri admite que la situación empeorará.

El Indec aceptó un aumento de 1,6 por ciento de la pobreza, que saltó al 27,3 en el primer semestre. El propio Macri reconoció “que tenemos meses difíciles por delante y las próximas mediciones van a mostrar más retrocesos” por el salto inflacionario y la profundización del ajuste.
 

Annur TV
Friday 28 de Sep.

El 27,3 por ciento de la población se encontró en el primer semestre en situación de pobreza por ingresos, lo cual representa una suba de 1,6 punto porcentual frente a los segundos seis meses de 2017, indicó ayer el Indec. La indigencia se ubicó en el 4,9 por ciento, 0,1 punto por encima del semestre anterior. El deterioro no se verifica en la comparación anual, en donde las cifras oficiales muestran una mejora de las condiciones sociales difícil de explicar, que sólo podría encontrar asidero en el hecho de que el derrape económico empezó en los segundos tres meses del período en cuestión (abril, mayo y junio). La aceleración inflacionaria en julio, agosto y los meses que siguen, junto al ajuste fiscal y la aplicación de una política monetaria ultra-ortodoxa por el segundo acuerdo con el FMI, ofrecen dudas en materia de estabilidad cambiaria pero certezas en las condiciones de vida: la pobreza va a seguir aumentando.

La mejora interanual de las condiciones sociales es muy llamativa porque al mismo tiempo el propio Indec midió una suba del desempleo en el segundo trimestre, al pasar de 8,7 por ciento en 2017 al 9,6 en 2018. Al mismo tiempo, los ingresos de los trabajadores no registrados, que componen un tercio de los empleados y pueden considerarse como un universo similar al de los pobres, crecieron apenas 21,6 por ciento en junio frente al mismo mes del año pasado, según el Indec. En el mismo período, el organismo calculó una suba de la canasta básica del 36,9 por ciento. Pese a ello, la pobreza bajó de 28,6 por ciento en el primer semestre de 2017 a 27,3 en igual período de este año, en tanto que la indigencia pasó de 6,2 a 4,9 por ciento.

El 41 por ciento de las personas de 14 años o menos se encontró en situación de pobreza en el primer semestre, seguido por el 32,9 por ciento entre quienes tienen de 15 a 29 años. En los partidos del Gran Buenos Aires, la pobreza alcanzó al 31,9 por ciento de la población, desde el 29,5 por ciento que registraba a finales de 2017. En el Conurbano se encuentran más de la mitad de las personas pobres que viven en los 31 aglomerados urbanos que releva el Indec. La ciudad con mayor nivel de pobreza es Santiago del Estero-La Banda, con el 44,7 por ciento, seguido de Corrientes (36,8). Por el contrario, los niveles más bajos se verificaron en Ushuaia-Río Grande, con el 10,4 por ciento de las personas, y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con el 11,2 por ciento.

En su breve mensaje de ayer, el presidente Mauricio Macri hizo referencia al aumento de la pobreza. “Cuando asumimos tuvimos momentos de avance, pero a raíz de esta tormenta los resultados van a tardar más. Nuestro único objetivo es que cada vez más argentinos puedan salir de la pobreza y vivir mejor”, afirmó. Enumeró que “realizamos un pago extraordinario para beneficiarios de la AUH y aumentamos los montos de programas sociales”. El incremento en los planes a cargo del Ministerio de Desarrollo Social siguen por debajo de la inflación de este año, con lo cual esos programas perderán poder adquisitivo. Los titulares de la AUH recibieron una suma fija de 1200 pesos por hijo en septiembre y obtendrán 1500 pesos adicionales en diciembre. Macri también mencionó la ampliación de Precios Cuidados, el programa de ferias en los barrios y los créditos de la Anses para jubilados (con tasas del 40 al 44 por ciento).

Más allá de la preocupación de Macri y de las aspirinetas que da el Gobierno, el programa económico de Cambiemos-FMI es el principal motor de crecimiento de la pobreza. En primer lugar, el reforzado ajuste fiscal se monta sobre la continuidad en la quita de subsidios a la electricidad, gas y agua y el transporte público, lo cual impacta con mayor fuerza en el bolsillo de los sectores de menores ingresos. Según el Indec, los gastos de servicios públicos vinculados al hogar subieron en el último año un 52,8 por ciento y el transporte, un 45 por ciento. Por otro lado, la brutal devaluación del peso tiene principal impacto sobre los alimentos, que subieron 3,3 por ciento en mayo, 5,2 en junio, 4 en julio y otro 4 por ciento en agosto. En tercer lugar, el gobierno expulsa mano de obra estatal y también de la obra pública, en el marco del recorte de gastos.

En los 31 aglomerados urbanos en donde el Indec releva la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) se detectaron 7,6 millones de pobres. Si ese cálculo se extrapola a la población total, se supone que en el país hay más de 11 millones de pobres, unos 750 mil más que a fines de 2017. Ese número “va a crecer en los próximos meses”, según admitió el propio Macri, quien además reiteró que en el segundo trimestre de 2016, según la por entonces nueva metodología del Indec, la pobreza era del 32,2 por ciento, “que encima estaba disfrazada por la inflación contenida, un Estado que despilfarraba recursos y una política tarifaria insostenible”, se quejó, pese a que esas medidas evitaban una mayor pobreza.

El 27,3 por ciento de las personas en condición de pobreza equivalen al 19,6 por ciento de los hogares, que en promedio cuentan con 4,3 miembros y tienen un ingreso total familiar de 12.397 pesos. Esas familias están 7038 pesos mensuales por debajo del ingreso de casi 20 mil pesos necesario para acceder a los bienes y servicios que componen la canasta básica, aunque el dato excluye el pago del alquiler. Según la entidad Inquilinos Agrupados, el impacto del alquiler en relación a los ingresos es del 44,6 por ciento. En tanto, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires calculó que el peso del alquiler sobre los ingresos alcanzó un máximo histórico del 50 por ciento. Es decir que si la familia en cuestión es inquilina, va a requerir unos 40 mil pesos para acceder al pago del alquiler y a canasta que le permita no caer en la pobreza.

Por su parte, el presidente Mauricio Macri admitió que esta no será la última suba de la pobreza. Al incremento a 27,3 por ciento, el mandatario ya le sumó las mediciones de marzo y septiembre del año próximo, de los que dijo que “también van a mostrar retrocesos”. Sus ministros no quisieron pronosticar qué ocurrirá en 2020. De proponer “pobreza cero” o aceptar que se lo examine según la medición del Indec, Macri pasó a excusarse por la suba que anunció el Indec y a recordar la pesada herencia que recibió. “Vamos a mantener la meta hasta el final de mi mandato”, dijo sobre su consigna de campaña de “Pobreza cero”, aunque ya quedó claro que no sólo no se cumplirá, sino que habrá más pobres.

El mensaje presidencial tras el nuevo número de la pobreza iba a tener la forma de una conferencia de prensa. Así lo anunció la Presidencia a las 8.40 de la mañana, aunque veinte minutos más tarde envió un nuevo comunicado en el que modificó el formato: Macri pasaba a no contestar preguntas y dejaba en su lugar al ministro de Producción, Dante Sica, y a la de De- sarrollo Social, Carolina Stanley. 

El mandatario entró con el rostro adusto y las metáforas meteorológicas de siempre para hablar de la crisis económica: “Es un número que esperábamos, que refleja las turbulencias, de los últimos meses y las dificultades, que estamos atravesando”, indicó sobre la suba de casi dos puntos de la pobreza. “No es una noticia fácil. Claro que quisiéramos que fuese distinta. Y qué más quisiera yo que poder seguir viniendo acá a confirmarles, una y otra vez, que vamos avanzando en la reducción de la pobreza como sucedió durante las mediciones anteriores”, se mostró compungido el presidente, quien rápidamente pasó a referirse a la pesada herencia del kirchnerismo.

“No creemos que el país pueda progresar escondiendo los datos, como se hizo, durante tanto tiempo. La pobreza no desaparece porque se deje de medir, siempre vamos a decir la verdad y presentar las cifras como son”, afirmó. “Es bueno recordar que, cuando llegamos al Gobierno, encontramos una pobreza del 32,2 por ciento”, insistió sobre el dato que ofrecieron luego de medio año de apagón estadístico en 2016. “Ni siquiera ese dato era real. Reflejaba una realidad maquillada, atada con alambres porque tenía una inflación contenida y disfrazada por cepos, prohibiciones, tarifas insostenibles que nos hacían creer que la energía era gratis y con un Estado que despilfarraba recursos para hacernos creer que también podíamos vivir de una realidad inventada”, despotricó. 

Tras despotricar contra el gobierno anterior –una estrategia que persiste cuando está por cumplir tres años de su primer mandato–, Macri terminó por admitir que no tiene buenas noticias para dar en 2019. “Tenemos meses difíciles por delante, pero nuestro objetivo sigue siendo el mismo que tenemos desde el primer día: nuestra meta es y va a seguir siendo siempre reducir la pobreza. Ahora, a raíz de esta tormenta, sabemos que las cosas van a tardar más, los resultados que iban a llegar antes, ahora van a demorar y los indicadores de pobreza, de las mediciones de marzo y septiembre, también van a mostrar retrocesos”, afirmó. Más tarde, le preguntaron a Sica y Stanley qué expectativa tenían para 2020, si la pobreza de 2019 será ascendente. “No me gusta hacer estimaciones sobre este tema. Seguiremos trabajando para revertirla”, esquivó Stanley. 

Sobre la promesa de pobreza cero, Macri sostuvo: “Vamos a dejar los cimientos listos para que venga quien venga pueda continuar este camino hasta cumplir definitivamente con este objetivo”. No obstante, acababa de admitir que la pobreza empeorará el año próximo, lejos de descender, por lo que se trata de otra meta que se incumplirá. 

Macri también anunció que habrá medidas sociales focalizadas. “Hace pocos días, los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo recibieron un pago extraordinario y aumentamos los montos de los programas sociales”, indicó el Presidente, quien recordó el programa de Precios cuidados (allí no habló de pesada herencia), los créditos Anses y el programa Mercado en tu barrio. “En diciembre, vamos a volver a aumentar los programas sociales y vamos a hacer otro pago extraordinario para los beneficiarios de la AUH”, indicó. Stanley agregó luego que sostendrán la tarifa social de gas. “Los que tienen tarifa social de gas la van a tener durante estos meses”, indicó la ministra de Desarrollo Social. 

Los ministros contestaron preguntas apenas Macri concluyó su discurso y se retiró. “Hay una heterogeneidad muy fuerte en la caída que estamos viviendo”, sostuvo Sica, quien agregó que las paritarias “están cerradas en un 85 por ciento con cláusulas de revisión o gatillo. La mayoría empezaba la revisión entre septiembre y enero”. No dio detalles de qué techo buscará ponerle el Gobierno a esos aumentos.

Fuente: Página 12


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