Los crímenes cometidos en contra de la minoría musulmana Rohinya en Birmania serán investigados por un comité independiente internacional. Así se ha decidido en una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU) sobre las atrocidades que han sufrido los rohinyas.
Los miembros del consejo aprobaron la creación de un mecanismo independiente para recopilar, consolidar, preservar y analizar las pruebas de los crímenes internacionales más graves y violaciones del derecho internacional cometidos en Birmania desde 2011.
Los objetivos son facilitar y acelerar procedimientos judiciales justos e independientes en línea con los estándares del derecho internacional.
Además del ejército birmano, acusado por la comunidad internacional por los crímenes cometidos contra la etnia Rohinya, también está bajo lupa la líder de facto de Birmania, Aung San Suu Kyi, quien hasta el momento ha negado las atrocidades cometidas en el estado de Rajine.
Cada vez hay más pruebas de que ha habido una limpieza étnica sistemática. El último antecedente lo ha publicado recientemente la ONG Fortify Rights. Este video tomado por un teléfono móvil muestra a un militar birmano anunciando el inicio de una campaña dirigida contra la minoría musulmana en Rajine. Incita a los residentes a atacar a los rohinyas.
La nueva ronda de represión contra la minoría Rohinya inició a finales de agosto de 2017; represión que le ha costado la vida a muchos de los rohinyas en Rajine y más de 700.000 de ellos escaparon hacia el país vecino Bangladesh. Muchos de ellos, perdieron la vida en el camino, ahogados en el río o atacados por las fuerzas birmanas. Para la ONU esto supone un genocidio intencional que debe ser castigado.