"La justicia argentina está en estado de descomposición", aseveró el fiscal federal Federico Delgado al analizar la actualidad del Poder Judicial y advirtió: “Los servicios de inteligencia inventan causas”. Asimismo, el letrado aseguró: "La ley se transformó en un arma para destruir, exteriorizar o resolver anómalamente conflictos económicos” y resaltó su “mala utilización nos acerca a un estado prepolítico”.

Durante una entrevista radial en el programa Salvemos Kamchatka, el fiscal federal aseguró que "los servicios de inteligencia inventan causas", y profundizó: “vos podés caminar los pasillos de tribunales y todos te van a decir -por lo bajo- que quien firmó la denuncia contra mi fue Gustavo Arribas, al poder nunca le gusta que lo investiguen pero hemos llegado a un punto donde se inventan causas, la ley está para mediar pero fue despojada de toda moral”.

“La justicia argentina está en estado de descomposición, si la comparamos con un equipo de fútbol lo silban los locales, los visitantes y los vecinos”, destacó Delgado al referirse a la actualidad del Poder Judicial y resaltó: "La ley se transformó en un arma para destruir, exteriorizar o resolver anómalamente conflictos económicos”

Asimismo, explicó: "La justicia fue pensada como un poder moderador pero está jugando a la política que es uno de los poderes que tiene que controlar” , pero “la mala utilización de la ley nos acerca a un estado prepolítico” y destacó que “las crisis son una situación fantástica para que los ciudadanos se reapropien del sistema judicial que hoy beneficia a muy pocas personas y hace sufrir a la gran mayoría”.

Por otro lado, al referirse a la causa denominada de los cuadernos, Delgado advirtió que será "un antes y un después, va a cambiar la relación entre el Estado y los empresarios porque es un caso clave para la justicia y porque se está marcando que es algo que, por lo menos en parte, pasó”, aunque resaltó que “el caso cae en medio de una justicia que está sospechada, es muy importante la participación de la sociedad civil”.

En tanto, criticó la utilización indiscrecional de la prisión preventiva, y señaló que “ha sido cuestionada por todos los sectores porque está funcionando como una pena anticipada cuando tiene que ser una excepción”. "Hoy son exfuncionarios que cayeron en desgracia pero mañana podemos estar todos en peligro”, dijo el fiscal y sentenció: “No sé quien maneja la justicia argentina, pero no es autónoma, si no se gobierna a si misma deja de ser un sistema judicial”.

"La reforma judicial que se había planteado me pareció una idea genuina que quizás se implementó mal, había que discutir formas y no personas”, afirmó para finalizar y agregó: “Hay varias transformaciones a realizar de carácter cultural: la relación de los argentinos con la ley, terminar con los amiguismos y modificar alguna reglas para acercar la justicia a la gente”.

Fuente: El Intransigente