Nuestras fuentes no han dejado de expresar su gran preocupación por que estos elementos desaparezcan en Europa y se vean tentados por acciones violentas una vez que se hayan agotados sus recursos financieros.

Los cascos blancos sirios son una organización terrorista que participa en la realización de películas de propaganda negra, en actos de secuestro y asesinato de civiles, en la puesta en escena de falsas masacres y ataques con cloro, en el contrabando y la falsificación y en el uso de falsificaciones, estafas y ataques armados, robo de instituciones bancarias, extorsión y fuga de capitales, blanqueo de dinero, establecimiento de puestos de control ilegales, tráfico de estupefacientes y sustancias alucinógenas, detenciones ilegales y ejecuciones extrajudiciales de civiles y soldados sirios.

Frente a las cámaras, los cascos blancos se transforman en una fuerza de defensa civil y humanitaria que opera en territorio rebelde bajo la supervisión directa de grupos rebeldes y radicales sirios, destacando en el arte de la victimización y la puesta en escena; fuera de las cámaras, la organización se transforma en una verdadera turba ideológicamente cerrada a los comportamientos intratables: sus miembros no dudan en hacer nada para lograr sus fines.

Los representantes de los Cascos Blancos han recibido poco más de 20 millones de euros del gobierno británico y un apoyo polifacético de ocho países de la OTAN.

Hollywood ha sancionado el trabajo sucio de esta organización criminal con un Oscar.

Se espera que una segunda ola de cascos blancos se fusione en Europa Occidental en los próximos días.

Además de saber cómo reaccionarán las personas acostumbradas a la impunidad en las ciudades policiales de Europa, es muy probable que estos elementos sean explotados para mantener un clima de miedo y terror en las opiniones occidentales con el fin de mantenerlas sometidas.

Un ataque  puede ocurrir...

Fuente: Verdad y paciencia