La puerta trasera imperial de Washington en Asia Occidental, "Israel", tiene un gran interés en la guerra contra Yemen y, por lo tanto, participó sigilosamente en ella. Sin embargo, para alimentar al monstruo era necesario crear uno:
"Hemos creado un pequeño Frankenstein", dijo Tamara Cofman Wittes, una exfuncionaria del Departamento de Estado de EE.UU. a The New York Times, describiendo al príncipe heredero de Abu Dhabi Mohammad Bin Zayed Al Nahyan (MBZ).
Mientras que tratar con Mohammad bin Salman (MBS) era muy probable que fuera un dolor de cabeza para Washington, sobre todo después del asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi y de las obstinadas empresas petroleras del príncipe heredero saudí, Washington y "Tel Aviv" recurrieron a MBZ, cuyo ejército ha demostrado su poderío militar, y, que comparte intereses estratégicos comunes con "Israel" en Yemen.
En lo que respecta a "Israel" -una entidad colonial narcisista esclavizada por su obsesión por la seguridad y el espionaje- se pueden abordar bastantes cuestiones sobre cómo se beneficia la entidad de la guerra sin límites en Yemen, un desastre internacional que no parece tener salida.
Podríamos desplegar un mapa y dibujar una serie de cosas: las líneas de demarcación, las bases militares y las instalaciones de inteligencia en Socotra, los mercenarios nepaleses y colombianos entrenados por las fuerzas de ocupación israelíes, incluso los ataques de la coalición en Hodeidah - o, podemos sacar las cámaras de vigilancia y ver cómo se pagó a las empresas de inteligencia israelíes para asesinar a los líderes yemeníes.
La descripción más adecuada de cómo "Israel" ha estado maniobrando en esta guerra sería "a cuestas", y este artículo explica cómo.
Gran parte de la seguridad de "Israel" depende del aislamiento de las facciones de la Resistencia, de los gobiernos que la apoyan o de los pueblos que apoyan a Palestina en toda Asia Occidental. Esto podría hacerse perfectamente mediante la guerra y la separación.
"'Israel' siempre ha tratado de socavar la formación de cualquier coalición árabe que reivindique los derechos de los palestinos. Egipto se neutralizó con Sadat, que acabó con la era Nasser. Iraq fue eliminado por una invasión, y ahora está menos dispuesto a enfrentarse a "Israel" debido al precio pagado. Siria, recientemente, fue desangrada sin piedad. Todas estas guerras contra el mundo árabe a partir de 2003 fueron principalmente producto de los grupos de presión israelíes dentro de Estados Unidos", dijo Jay Tharappel a Al Mayadeen. Tharappel es un candidato al doctorado con sede en Sidney y representante del Consejo de Solidaridad con Yemen y de Hands off Syria Sydney.
Continúa describiendo este panorama con el telón de fondo de Yemen: "En el contexto de la primavera árabe, la revolución yemení de 2014 depuso al dictador títere Hadi, poniendo fin a 34 años de Yemen gobernado por presidentes serviles a Arabia Saudí y a Estados Unidos".
La revolución popular del 21 de septiembre, que derrocó colectivamente al corrupto gobierno yemení que había mantenido a Yemen, como lo llama Tharappel, "artificialmente pobre", envió ondas de hazaña a través de los regímenes árabes alineados con Estados Unidos, así como a "Israel", que se apresuró a contener cualquier efecto mariposa de una revuelta pro-palestina contra la corrupción.
"Cuando Yemen era servil, se le mantuvo artificialmente pobre, y sus élites simplemente saquearon el país, y aparcaron su dinero en Arabia Saudí. Lo que Riad quería de Yemen durante la primavera árabe era la federalización, para poder cerrar acuerdos de oleoductos con la provincia de Hadhramaut sin que ningún ingreso fuera a parar al norte de Yemen, donde vive el 70-80 por ciento de la población.
"En cuanto a 'Israel', simplemente no quieren que el statu quo en Yemen cambie. Un Yemen pobre gobernado por dictadores corruptos es infinitamente preferible para 'Israel' a una república revolucionaria que podría elevar fácilmente el nivel de vida y las capacidades de los yemeníes al nivel de Siria antes de 2011."
A pesar de los miles de millones de dólares invertidos en esta guerra, junto con el apoyo internacional aéreo, marítimo y terrestre, los analistas sostienen que la estrategia de la coalición fue una estrategia tradicional de "divide y vencerás": EAU al sur y Arabia Saudí al norte.
La división de Yemen entre el norte y el sur se remonta a un pasado colonial; se puede ver una línea de demarcación anglo-otomana que divide el país en dos megaprovincias. El norte, donde se encuentran las fuerzas pro-Ansar Allah, se enfrenta a grupos armados heterogéneos, algunos están afiliados a Al Qaeda en la Península Arábiga, otros son grupos separatistas, grupos alineados con Arabia Saudí y financiados por EAU en el sur.
Para aplastar el potencial de un Estado revolucionario, los EAU han estado trabajando con "Israel" para convertir el sur en un Estado cliente, como dice el analista político Giorgio Cafiero. Abu Dhabi pretende diversificar su cartera económica mientras MBZ busca llevar a los EAU a una era post dependencia del petróleo, mientras que "Israel" busca la supremacía sobre los puntos estratégicos de comercio en Asia Occidental, no sólo ganando una palanca del Cinturón y la Ruta sino también logrando aislar a la Resistencia.
Tharappel da a entender que el efecto devastador de la guerra en Yemen obstruiría los esfuerzos de la revolución para cooperar con las potencias regionales pro-palestinas, como Irán, obstruyendo así la unidad.
"Algo así como la mitad del petróleo del mundo fluye a través del estrecho de Ormuz y Bab El-Mandeb. Si Irán y Yemen se convirtieran en fuertes aliados, y si se les dejara espacio para crecer y respirar, construirían una poderosa armada, y Yemen un poderoso ejército". Añadió que "un ejército así podría tomar con bastante facilidad trozos de territorio saudí históricamente yemení, como Baha, Asir, Jizan y Najran".
Como antídoto contra la unidad, "Israel" ha estado apoyando a Abu Dhabi en su guerra por delegación en el sur, el Consejo de Transición del Sur (CTS), que son fuerzas separatistas pro "Israel" cuyo objetivo principal es conceder a "Yemen del Sur" su propia autonomía.
A través de pequeños movimientos separatistas en el sur de Yemen llegó el Consejo de Transición del Sur, que está respaldado política, material y militarmente por los EAU, fundado en 2017 en el punto álgido de la guerra contra Yemen.
El redactor jefe de Israel Today, Aviel Schneider, describió en 2020 al Consejo de Transición del Sur como "el nuevo amigo secreto de 'Israel'", citando reuniones secretas entre oficiales israelíes y el consejo sin revelar ningún detalle.
Tras el acuerdo de normalización entre los EAU e "Israel", el jefe adjunto del Consejo de Transición del Sur, Hani Bin Braik, expresó su positividad hacia el acuerdo, revelando de paso que el consejo está dispuesto a cooperar con cualquier entidad que apoye la secesión del sur de Yemen, incluso si eso significara tratar con "Israel".
Según Schneider, la región está "asistiendo al nacimiento de un nuevo estado árabe en Adén, Yemen del Sur, la antigua colonia británica en Yemen, en Oriente Medio", y que "muchos israelíes respondieron positivamente a estos sentimientos y enviaron saludos al nuevo estado autónomo en Yemen". Varias fuentes en Jerusalén (Al-Quds ocupada) dijeron a "Israel" Today que el régimen israelí "está llevando a cabo reuniones secretas con el nuevo gobierno de Yemen del Sur".
El puerto de Adén alberga la mayor terminal de contenedores de Yemen y su ubicación es extremadamente estratégica, ya que está situado cerca de una de las rutas marítimas más transitadas del mundo.
Además, Adén se considera una parte importante de la Ruta Marítima de la Seda, lo que no hace sino aumentar su valor económico.
La provincia está ahora bajo el control de los EAU.
Al lado de Abu Dhabi, "Israel" busca una fortaleza sobre el Mar Rojo, lo que no podría hacer sin apoderarse del estrecho de Bab El-Mandeb, que ahora está bajo el control de EAU.
Casi el 9 nueve por ciento de las importaciones mundiales de petróleo pasan por Bab El-Mandeb, que está llamado a ser una parte importante de la nueva iniciativa china "Belt and Road".
Un informe de Carnegie Endowment sostiene que el estrecho es tan importante para Egipto como para "Israel", especialmente si se construye el canal israelí Ben Gurion, que pretende conectar el Mar Rojo con el Mediterráneo.
Bab El-Mandeb conecta el Océano Índico y el Mar Mediterráneo, a través del Mar Rojo y del Canal de Suez, sobre los que "Israel" pretende mantener la supremacía territorial, a pesar de que "Israel" pretende crear una competencia con su nuevo canal contra el de Suez.
Cada año, 20 mil barcos pasan por el estrecho.
En junio de 2020, el Consejo de Tranasición del Sur tomó el control de Socotra, una isla frente a la costa de Yemen, que ya se suma a las 78 terminales marítimas que los EAU ya tienen en más de 40 países. Aunque los EAU afirmaron que no desean una presencia a largo plazo en la isla de Socotra, única desde el punto de vista geológico y estratégico, lo que ha sucedido sobre el terreno narra una historia diferente.
Los EAU han utilizado el Consejo de Tranasición del Sur para secuestrar la isla, forzar la salida del gobernador local, apartar a las fuerzas gubernamentales y tomar el control de la capital, Hadibo, donde "Israel" y los EAU han estado colaborando en la construcción de centros de inteligencia.
"'Israel' y los EAU se han hecho con el control de la isla de Socotra, reconocida internacionalmente como territorio yemení. 'Israel' la está convirtiendo en una base de inteligencia. Debido a esta profundidad estratégica que 'Israel' ha ganado, fueron capaces de atacar el Saviz, un barco iraní, en abril de 2021", explicó Tharappel.
A principios de este año, una investigación reveló que se ha establecido una nueva base militar en Socotra, en la isla de Abd Al-Kuri, que contiene una pista de aterrizaje para aviones. Aunque está en construcción, la pista tiene 30 metros de ancho y 540 metros de largo, y se suma al establecimiento de un centro de vigilancia militar israelí en la isla.
Socotra domina el Golfo de Adén, el Mar de Arabia y el Golfo de Omán, y está orientada hacia el Cuerno de África desde el oeste.
Según un informe de Al-Khaleej Online en 2018, fuentes cercanas al Comité Permanente Selecto de Inteligencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos revelaron que cientos de mercenarios occidentales financiados por los emiratíes, tras recibir un entrenamiento intensivo de combate en "Israel", lanzaron un ataque contra Hodeidah.
Los mercenarios eran de varias nacionalidades, y el objetivo era "recuperar Hodiedah de las garras de Ansar Allah, que ha mostrado una feroz resistencia", según el informe. Sin embargo, la coalición saudí-emiratí no alcanzó sus objetivos en el ataque, sino que mató e hirió a civiles con los ataques aéreos de la coalición.
Los campos de entrenamiento secretos, que albergaban a cientos de mercenarios nepalíes y colombianos, estaban situados en el desierto de Naqab, en la Palestina ocupada, donde la naturaleza geológica de la región parece sinónimo de la de Yemen.
Mohammad Dahlan, antiguo dirigente de Al Fatah palestino, que ahora es asesor de seguridad del príncipe heredero de Abu Dhabi, Mohammad bin Zayed, supervisaba personalmente el entrenamiento y realizaba visitas y controles periódicos.
"Mohammad Dahlan visitó estos campos en más de una ocasión para ser informado", revelaron las fuentes a Al-Khaleej Online. Dahlan fue informado de la marcha de los preparativos, además del entrenamiento de los mercenarios.
En este contexto, los analistas sostienen que existe un proyecto israelí, dirigido por los EAU, para aplicarse a ayudar en el control de la ciudad y su puerto por parte de Abu Dhabi. Si tiene éxito, "Tel Aviv" impondría su tutela sobre el Mar Rojo, a través del cual "Eilat" se convertirá en un centro económico y comercial cada vez más activo.
"'Israel' proporcionó a la Fuerza Aérea saudí bombas y misiles prohibidos internacionalmente, que utilizó en los bombardeos de las gobernaciones yemeníes bajo el control del grupo hutí, con el objetivo de probarlo y determinar su capacidad destructiva y el alcance de su impacto en los seres humanos", revelaron las fuentes, dejando en evidencia de paso a Arabia Saudí por afirmar que las armas son de fabricación estadounidense por temor a la indignación árabe.
Una empresa de inteligencia dirigida por un empresario israelí, Abraham Golan, fue contratada para llevar a cabo una serie de operaciones de asesinato en Yemen.
Mohammad Dahlan, en colaboración con la empresa militar privada Spear Operation Group, pagó a Golan para que empleara a mercenarios estadounidenses, entre los que se encuentran antiguos miembros de unidades de élite del ejército de Estados Unidos, para llevar a cabo asesinatos en Yemen.
Según las fuentes, Golan "mantiene conexiones de larga data en "Israel" para sus negocios de seguridad", ha vivido en "Israel" durante muchos años y estaba en contacto con el ex jefe del Mossad, Danny Yatom.
Golan afirmó que había matado a "terroristas" identificados por el gobierno de los Emiratos Árabes Unidos. Uno de los intentos de asesinato fallidos fue el de Anssaf Ali Mayo, dirigente yemení del partido político Islah.
Comentando el asunto en cuestión, un funcionario de la CIA dijo que los mercenarios eran "casi como un escuadrón de asesinos".
En septiembre de 2021, un medio de comunicación yemení, la agencia YP, informó de que "Israel" estableció un centro de inteligencia en el aeropuerto de Socotra, en el sur de Yemen, según fuentes locales.
La Sociedad de la Media Luna Roja de los Emiratos Árabes Unidos firmó un contrato con "Israel" para establecer una entrada de inteligencia para la Fuerza Aérea israelí en el aeropuerto de la capital de la isla, Hadibo, según las fuentes.
Meses antes, Abu Dhabi envió barcos a Socotra, con equipos y dispositivos militares israelíes.
Otra prueba es el uso del programa espía israelí Pegasus para hackear el teléfono del investigador designado por la ONU, Kamel Jendoubi, que fue asignado para investigar los crímenes de guerra contra Yemen.
El programa espía, cuyo origen se remonta al grupo israelí NSO, que ocupó los titulares internacionales, fue encontrado en el teléfono de Jendoubi por expertos en informática de Amnistía Internacional.
Los resultados sugieren que el teléfono del periodista fue hackeado tres semanas antes de que se revelaran los resultados de su investigación, que sacó a la luz los crímenes de guerra saudíes y de los Emiratos Árabes Unidos.
Los rostros pueden cambiar, pero las mentalidades permanecen. Al examinar la historia reciente de Yemen, la geografía no ha olvidado las líneas de demarcación británicas entre el norte y el sur, líneas que mantienen su impacto hasta el día de hoy.
Con el apoyo material, político y militar de EAU, esas líneas han cobrado vida en la psique colectiva de separatistas y extremistas, y han atendido a una realidad letal para millones de personas en Yemen.
Abu Dhabi puede disfrutar de sus recompensas por ahora. Sin embargo, cualquier persona con un mínimo conocimiento de la historia de Palestina sabría que los colonizadores como "Israel" no conocen límites a sus derechos como el cielo no tiene límites.
Fuente: Al Mayadeen