“Más de 3000 niños con cáncer corren el riesgo de morir como resultado del asedio impuesto por Estados Unidos y Arabia Saudí, privados de la atención médica necesaria”, alertó el sábado el ministro de Salud de Yemen, Taha al-Mutawakil, según recoge la cadena de televisión local Al Masirah.
Tras denunciar que el cerco que mantiene la llamada coalición liderada por Arabia Saudí contra Yemen impide la entrada de medicina nuclear —que se necesita para tratar a los pacientes con cáncer—, el ministro pidió que el Aeropuerto Internacional de Saná sea considerado como una zona neutral y una salida que debe abrirse para permitir que los enfermos viajen al extranjero para recibir tratamiento, así como para dejar la entrada de medicamento requerido en el país.
Un informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), ha señalado que, cada día, cientos de niños yemeníes que padecen diversas enfermedades, incluido el cáncer, pierden la vida, lo que significa que está ocurriendo un genocidio en Yemen ante los ojos del mundo.
Pese a tales alarmas, Arabia Saudí y sus aliados impiden la llegada de ayuda humanitaria a Yemen. Han atacado, además, en múltiples ocasiones, convoyes de ayuda de las Naciones Unidas compuestos por varios camiones llenos de alimentos y medicamentos, en diferentes provincias yemeníes, como Al-Hudayda (oeste).