El Gran Mufti de Omán criticó las recientes medidas antiislámicas adoptadas en la India, en particular las restricciones a las niñas y mujeres musulmanas que llevan hiyab.
Según el sitio web alkhaleejonline.net, el jeque Ahmad bin Hamad Al-Khalili, en una publicación en Twitter, pidió el fin del acoso y la discriminación contra los musulmanes indios.
El clérigo expresó su solidaridad con la comunidad islámica india y criticó al gobierno de Nueva Delhi por no detener los ataques contra los musulmanes en el país.
Al-Khalili dijo que cuando la India estuvo gobernada por gobernantes musulmanes durante siglos, los derechos de los fieles de otras religiones fueron respetados y tratados con tolerancia y justicia.
El Gran Muftí de Omán instó entonces al gobierno indio a respetar los derechos de la minoría musulmana.
La semana pasada, varias escuelas en el estado indio de Karnataka negaron la entrada a niñas musulmanas que usaban hijabs, citando como razón una orden del Ministerio de Educación.
El estado de Karnataka está gobernado por el Partido Bharatiya Janata (BJP), el partido ultranacionalista del primer ministro Narendra Modi. Aquí el 12% de la población profesa la fe islámica.
La prohibición del hiyab en las escuelas ha generado preocupación entre la comunidad islámica que ve la disposición como el preludio de una política persecutoria contra ellos.
India ha sido testigo en los últimos años de una ola de violencia contra la comunidad islámica, que ha crecido exponencialmente desde 2014, o desde la llegada al poder como primer ministro del líder del Partido Bharatiya Janata, Narendra Modi.
La violencia se ve exacerbada por la retórica antiislámica del partido gobernante y del gobierno, que en los últimos años ha adoptado varias medidas restrictivas contra la minoría musulmana.
Los ataques y la violencia antiislámicos en varios estados indios han provocado la muerte de cientos de ciudadanos musulmanes en los últimos años. La persecución antiislámica también ha visto casos de verdaderos pogromos donde miles de musulmanes se han visto obligados a abandonar sus hogares para huir de la violencia.