Meirav Eilon Shahar, embajadora del régimen ante las Naciones Unidas y organizaciones internacionales en Ginebra (Suiza), envió el jueves una carta a Navi Pillay, presidenta de la comisión investigadora establecida por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU), en la que anunció la negativa israelí acusando a la jefa y el dicho Consejo de estar sesgado contra Israel.
El régimen israelí, que teme las consecuencias de una investigación sobre sus violaciones de derechos humanos contra los palestinos, en la carta consideró esta pesquisa otro capítulo “en los esfuerzos por demonizar” a Israel.
En la carta, Shahar también apuntó directamente a Pillay, acusándola de “defender personalmente una agenda antisraelí”. Los tres miembros de la comisión, incluida Pillay, “han adoptado repetidamente posiciones públicas y hostiles contra Israel”, argumenta su decisión.
En este contexto, desde el ministerio de relaciones exteriores israelí han declarado a la agencia de noticias alemana DPA que no se permitirá a Pillay su entrada a los territorios ocupados por Israel.
“No permitiremos su entrada a Israel”, declaró un portavoz del ministerio israelí en una decisión que tensa aún más lo que ya es una relación tensa entre Israel y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
El consejo estableció la comisión especial de tres miembros en mayo para investigar los abusos israelíes contra los palestinos y sus posibles crímenes de guerra, días después de una agresión de 11 días de Israel contra la Franja de Gaza que causó la muerte de más de 260 palestinos, incluyendo mujeres y niños.
En ese momento, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, indicó que las acciones israelíes, incluidos los ataques aéreos en áreas civiles, podrían haber constituido “crímenes de guerra”.
No es la primera vez que Israel se niega a cooperar las investigaciones internacionales. Con anterioridad, este régimen rechazó cooperar en la investigación abierta en marzo de 2021 por los jueces de la Corte Penal Internacional (CPI) sobre crímenes de guerra cometidos en Palestina a partir de junio de 2014.
Israel teme que tales investigaciones puedan responsabilizarlo legalmente por sus crímenes y conllevar imputaciones contra sus gobernantes, responsables militares y civiles israelíes y así su detención en el extranjero.
Fuente: Hispantv